En la entrevista realizada José Andrés nos ha comentado la situación general de la traumatología veterinaria. El sector ha sido de los más afectados por la crisis pero se ha experimentado un incremento de casos el último año, además los propietarios cada día están más concienciados de la importancia de proporcionar a sus mascotas la ayuda necesaria. En la salud de las mascotas influye directamente su estilo de vida, el sedentarismo propicia los problemas traumatológicos, en especial la patología articular, cómo la osteoartrosis.

En el campo del tratamiento y la investigación los avances son constantes. Debido al incremento de los casos de patología articular, parte de la investigación se centra en ello. El empleo de células mesenquimales o sustancias como el ácido hialurónico inyectados en el interior de la articulación enferma son técnicas nuevas que se están aplicando. Por otra parte el uso de terapias biológicas, la viscosuplementacion intraarticular o la mejora en el diseño de protésis son actualmente los principales ámbitos de estudio. 

Si bien las mejoras son constantes, es un hándicap para el sector que las mascotas no realicen reposo “estricto” cómo se podría requerir en humanos. “Es necesario transmitir a los propietarios la importancia que tiene el reposo adecuado tras determinadas intervenciones quirúrgicas e igualmente asesorarles para que reintroduzcan la actividad física de manera progresiva y segura”, detalla.José Andrés Fernández Sarmiento nos detalla que tipo de patologías en traumatología son las más frecuentes. Tal y cómo nos explica, además de las fracturas óseas -fémur, radio/cúbito, pelvis, tibia, húmero-, la osteoartrosis secundaria a patología articulares previas es la segunda patología más típica, seguida por la patología articular congénita -Displasia de cadera, displasia de codo y luxación medial de rótula-, la patología articular adquirida- Rotura ligamento cruzado craneal- y las lesiones tendinosas, ligamentosas y/o musculares.

Caso clínico

José Andrés trabaja con distintas asociaciones y protectoras de animales. Hace varios meses intervinieron a un galgo abandonado de una terrible fractura tibial abierta, empleando un complejo dispositivo de fijación externa. “En un principio nos hizo pensar que quizá no pudiésemos salvar la extremidad”, confiesa. Tras muchas semanas, el hueso ha cicatrizado, el animal vuelve a andar a cuatro patas y además ha sido adoptado por una familia alemana que lo ha acogido como uno más de la familia.