Una aproximación a la discoespondilitis

La discoespondilitis es una patología frecuente de origen infeccioso-inflamatorio que afecta a la columna vertebral de los perros y, menos frecuentemente, a la columna de los gatos. En este artículo, se describe su diagnóstico, tratamiento y pronóstico.

21/06/2018

El diagnóstico de discoespondilitis se basa en la presencia de síntomas clínicos característicos, alteraciones en los estudios de diagnóstico por imagen compatibles con la enfermedad y el aislamiento del microorganismo causal. La historia clínica y la sintomatología del animal pueden ayudar a sospechar de discoespondilitis. Sin embargo, el diagnóstico defi­nitivo ...

El diagnóstico de discoespondilitis se basa en la presencia de síntomas clínicos característicos, alteraciones en los estudios de diagnóstico por imagen compatibles con la enfermedad y el aislamiento del microorganismo causal. La historia clínica y la sintomatología del animal pueden ayudar a sospechar de discoespondilitis. Sin embargo, el diagnóstico defi­nitivo requiere la documentación de alteraciones radiográ­ficas características.

Diagnóstico por imagen

Los hallazgos radiográfi­cos de la discoespondilitis varían dependiendo del tiempo que la enfermedad haya estado presente. En la fase inicial de la discoespondilitis, el primer hallazgo radiográ­fico suele ser una irregularidad o lisis concéntrica sutil de los platos vertebrales. Esto suele ir unido a un estrechamiento del espacio intervertebral secundario a la destrucción del disco intervertebral. A medida que avanza la infección, la erosión de los platos vertebrales es más evidente, observándose una imagen más clara de lisis y un ensanchamiento del espacio intervertebral secundario a la pérdida de hueso adyacente. Si la enfermedad sigue progresando y entra en una fase más crónica, se origina una combinación de osteolisis marcada y regeneración ósea con formación de osteo­tos vertebrales ventrales y esclerosis ósea. Los cuerpos vertebrales afectados pueden pasar a ser más cortos de lo normal como consecuencia de la lisis de los platos y cuerpos vertebrales. En ocasiones, las lesiones crónicas también pueden dar lugar a anquilosis vertebral, colapso completo del espacio intervertebral, subluxación vertebral, fracturas patológicas, escoliosis o cifosis. En aquellos animales que presentan varios discos y espacios intervertebrales afectados, es común encontrar que algunos de los espacios afectados presenten cambios radiográ­ficos compatibles con lesiones crónicas, mientras que otros presentan cambios más sutiles característicos de lesiones agudas o recientes.

La radiología simple es en muchas ocasiones su­ficiente para obtener un diagnóstico de discoespondilitis. Sin embargo, es importante remarcar que una limitación importante del uso de la radiografía como única técnica de diagnóstico por imagen en la discoespondilitis, es que los cambios radiológicos pueden tardar en aparecer hasta 2-4 semanas tras iniciarse los síntomas clínicos de la enfermedad. Por lo tanto, en la fase aguda inicial de esta patología, es posible encontrarse con radiografías que son aparentemente normales, aunque los animales ya muestren síntomas obvios de dolor espinal. En estos casos en los que se sospeche de discoespondilitis pero las radiografías sean normales, lo ideal es realizar pruebas de diagnóstico por imagen más avanzadas como tomografía axial computerizada (TAC) o resonancia magnéti ca nuclear (RMN), puesto que son más sensibles para detectar cambios sutiles durante la fase más inicial de la discoespondilitis.

Mielografía

El uso de la mielografía se ha descrito ocasionalmente en pacientes con discoespondilitis y déficits neurológicos indicativos de compresión medular. En estos casos, se observa una atenuación y desviación dorsal de la columna ventral de contraste a nivel del espacio intervertebral afectado, compatible con una lesión extradural. En la actualidad, existen técnicas de diagnóstico por imagen como la TAC y la RMN que son más sensibles que la mielografía, por lo que ésta está siendo relegada a un segundo plano en la investigación de patologías espinales, incluida la discoespondilitis.

TAC

La TAC es una técnica radiológica que proporciona una resolución y detalle de los tejidos muy superior al de la radiografía. En concreto, proporciona información muy detallada de las estructuras óseas y permite detectar cambios óseos antes de que sean visibles en radiografías. En casos sospechosos de discoespondilitis en los que las radiografías no demuestren lesiones obvias, la TAC puede ser una herramienta muy útil para identifi­car lesiones osteolíticas sutiles, proporcionando un diagnóstico precoz de la enfermedad. Asimismo, y en aquellos casos de discoespondilitis con dé­ficits neurológicos asociados, la TAC se puede realizar en combinación con una mielografía ("mielo-TAC"), proporcionando información adicional sobre la presencia de compresión medular. Los hallazgos típicos en pacientes con discoespondilitis incluyen áreas hipodensas de los platos vertebrales compatibles con destrucción del hueso (lisis) y proliferación ósea irregular. En aquellos casos con extensión de la enfermedad al interior del canal vertebral, la mielo-TAC permite visualizar la presencia de una lesión extradural con densidad de tejido blando (ej. granuloma inflamatorio, empiema) comprimiendo o desviando la médula espinal.

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