Ana Goicoa Valdevira, que se licenció en Veterinaria en León en 1979, fue propietaria de una clínica hasta 1987 y, desde entonces, es profesora de la Facultad de Veterinaria de Lugo, en la Universidad de Santiago de Compostela. Compagina con su labor docente la actividad clínica en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario Rof Codina y es especialista en dermatología veterinaria. Una especialidad que, según asegura, "a pesar de tener una alta casuística en la clínica de pequeños animales, no se encuentra lo suficientemente reconocida".

No obstante, añade que cada vez se le está otorgando una mayor importancia en las clínicas veterinarias: "Se nota un mayor interés en los clínicos debido fundamentalmente a la demanda y a las exigencias por parte de sus clientes". Asimismo, cada vez está más presente en la formación de los veterinarios y Goicoa explica que, en la mayoría de las facultades, se dedican unas horas a esta especialidad dentro de las asignaturas obligatorias y "muchas de ellas cuentan con una asignatura optativa".

Diagnóstico

Las enfermedades dermatológicas más frecuentes en gatos y perros son las alérgicas, la mayoría de ellas tienen tratamiento y el diagnóstico, en opinión de Goicoa, ha evolucionado de manera significativa en los últimos años "gracias a las investigaciones de diversos especialistas internacionales que nos han facilitado el diagnóstico con sus estudios". El tratamiento de este tipo de dolencias es individual y, a la hora de abordarlo, Goicoa remarca que es importante que "se ajuste al estado del paciente y a la disponibilidad del propietario".

Entre los productos que se prescriben con mayor frecuencia para tratar las enfermedades dermatológicas de los animales domésticos se encuentran, por ejemplo, la inmunoterapia, los inmunosupresores, los glucorticoides, los antibióticos, los campus o las dietas específicas. "Los tratamientos han avanzado mucho y se han perfeccionado buscando los mínimos efectos adversos de los que teníamos disponibles hace 15 años", asegura, explicando que este es sin duda el mayor avance del que se ha beneficiado esta especialidad veterinaria.

DAPP y atopía

Uno de los cuadros alérgicos más frecuentes en España, y que puede afectar tanto a perros como a gato, es la Dermatitis Alérgica a la Picadura de la Pulga (DAPP), al igual que la atopía que, en en estos casos dermatológicos, se denomina dermatitis atópica. En ambos casos, explica Goicoa, el clima puede tener mucha influencia a la hora de que los animales desarrollen estas enfermedades dermatológicas. Por ello, recuerda que una de las principales precauciones, en el caso de la DAPP, es un control de pulgas en el perro y en el gato, así como en el ambiente.

"A un perro y a un gato no hace falta bañarlos periódicamente, pero a un perro y a un gato tópicos se les debe bañar muy frecuentemente", dice también, explicando que "cada animal es diferente, por lo que la frecuencia del baño debería ser desde una vez a la semana hasta dos o pasar a cada 15 días". ¿Qué le hace ver a un propietario que su mascota puede presentar una enfermedad dermatológica? "Picor, lamidos, costras, otitis, caída de pelo, piel roja o grasa", enumera Goicoa, que considera que los piensos actuales contienen los requisitos indispensables para una correcta alimentación.

"En la actualidad, los propietarios son conscientes de la importancia de la alimentación para la salud de sus mascotas", añade, explicando también que el diagnóstico para distinguir una alergia alimentaria de una ambiental "es clínico basado en una dieta de exclusión ya sea comercial o casera, conociendo en todo caso que existen animales que pueden tener ambas".