Jesús Gutiérrez, vicepresidente de la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), ha participado este jueves en el salón Iberzoo+Propet 2018, en una charla sobre la repercusión del IVA en el consumo de servicios veterinarios y en la salud de los animales, explicando que la promulgación de las disposiciones recogidas en el Real Decreto-Ley 20/2012 relativas al cambio impositivo para los servicios veterinarios de animales de compañía, en que se pasó de un tipo del 8% al 21%, ha tenido consecuencias muy perjudiciales para el sector.

Así se recoge en un informe sobre la "Situación Socioeconómica y Laboral del Sector Veterinario de Animales de Compañía en España", elaborado por la Escuela Universitaria Mediterrani de Barcelona, adscrita a la Universidad de Gerona, que demuestra que, en palabras de Jesús Gutiérrez, "muchas clínicas al principio no aplicaron la subida y mantuvieron los precios, lo que al final revirtió en una bajada de la base imponible, que es como una bajada de los precios. La situación pronto fue insostenible, porque tras empezar a aplicarse el nuevo IVA, los precios al consumidor subieron y eso redundó en pérdidas para muchas clínicas y en el cierre de otras". En cifras, de los 5.000 centros veterinarios que se calcula que existen en España, 720 cerraron en 2014, según el Consejo General de Colegios Veterinarios, lo que supone el 15% del total.

En esos años coincidentes con la crisis económica que padeció España, no sólo el sector veterinario de animales de compañía se vio afectado. Gutiérrez indicó que también los clientes sufrieron la subida de precios, lo mismo que los proveedores, que vieron reducidas sus ventas al sector; los trabajadores, que padecieron pérdidas de empleos y bajadas salariales; la sociedad en general, con el deterioro de la salud pública, y las propias arcas públicas, que, tal y como contó el portavoz de CEVE, "a pesar de haberse aumentado los ingresos derivados de la recaudación del IVA, que supusieron unos 8,5 millones al año de sobreingreso por parte del estado, han visto reducidos los ingresos por las cotizaciones a la Seguridad Social".

De ahí que desde la CEVE se propugne un retorno del tipo del IVA, en los servicios veterinarios de animales de compañía, del tipo general al tipo reducido, es decir, del 21 al 10%. La intención es, según el vicepresidente de la institución, "eliminar la discriminación que existe con los servicios veterinarios a los animales de producción, porque estos servicios veterinarios a explotaciones ganaderas tributan al tipo reducido, no al general". Según sus estimaciones, este retorno "produciría un ingreso mayor del beneficio teórico de esos 8,5 millones de euros que se recaudan anualmente, porque las cotizaciones anuales a la seguridad social aumentarán, lo mismo que el IRPF y el impuesto de sociedades".