"El fin del tratamiento es hacer del cáncer una enfermedad crónica con buena calidad de vida"

Las mascotas cada vez viven más años y con ellos se incrementa la posibilidad de padecer algún tumor. Sin embargo, los constantes avances que se dan tanto en las técnicas diagnósticas como en los diferentes tratamientos han hecho que, cada vez más, haya más posibilidades de alargar la vida de los animales con una calidad muy aceptable.

08/02/2018

Si bien es cierto que en los últimos años la incidencia de los tumores ha crecido tanto en perros como en gatos, todavía no se han realizado muchos estudios epidemiológicos al respecto. A pesar de ello, en líneas generales, María Carmen Aceña, doctora en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza ...

Si bien es cierto que en los últimos años la incidencia de los tumores ha crecido tanto en perros como en gatos, todavía no se han realizado muchos estudios epidemiológicos al respecto. A pesar de ello, en líneas generales, María Carmen Aceña, doctora en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza y profesora titular del Departamento de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, señala que "los tumores más frecuentes en la especie canina son los que afectan a la piel y a los tejidos blandos, mientras que en las perras son los tumores de mama. En cambio, los gatos tendrían mayor predisposición a padecer tumores linfáticos".

En cuanto a los tiempos de supervivencia, María Carmen Aceña explica que no se puede generalizar ya que cada caso es único y se tienen que tener en cuenta diferentes variables como el tipo de tumor, la localización, el grado histológico de malignidad, la extensión en el momento del diagnóstico –metástasis– y las posibilidades de tratamiento disponibles o asequibles para el propietario, entre otras. A pesar de ello, los avances que se han dado en las técnicas diagnósticas y en los tratamientos han supuesto que a día de hoy "estemos en mayor y mejor disposición de alargar la vida de los animales con una calidad muy aceptable; de tal manera que podemos considerar el cáncer, en general, como una enfermedad crónica más".

Conocimiento sobre la biología

Para llegar a este punto, ha sido indispensable el creciente interés de los veterinarios de animales de compañía por formarse tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los tumores. "Además, y a `remolque´ de la medicina humana, cada vez se tiene más conocimiento sobre la biología de las células tumorales, es decir, sobre su capacidad de proliferar indefinidamente, sobrevivir, diseminarse e implantarse en otros tejidos diferentes al original y proliferar allí también. Y este conocimiento es el que está permitiendo y dirigiendo la lucha contra el cáncer", detalla María Carmen Aceña, quien también es acreditada por AVEPA en la especialidad de Oncología y miembro del comité científico del grupo de Oncología (GEVONC) de AVEPA desde su formación.

Todo ello hace que las principales líneas de investigación se encaminen hacia el estudio de mecanismos como puedan ser la proliferación de las células tumorales, el crecimiento, la diferenciación, la invasión, la angiogénesis o la evasión de la apoptosis. "El objetivo es desarrollar tratamientos dirigidos a bloquear dichos mecanismos y que se conocen, precisamente por esto, como terapias dirigidas contra el cáncer". Un ejemplo de estas terapias son los inhibidores de las proteínas tirosín quinasa (ITK), las más desarrolladas hasta el momento tanto en medicina humana –con más de 28 registradas–, como en veterinaria, "donde ya contamos con dos de ellas registradas, la de fosfato de toceranib (Palladia) y masitinib (Masivet)".

Sin embargo, recalca la expresidenta de GEVONC,  los tratamientos más usados "siguen siendo la cirugía –para tumores sólidos–, la quimioterapia –en casos de neoplasias sistémicas o combinada con la cirugía en tumores de alta capacidad de metástasis– y la radioterapia". En este último caso, el uso de los equipos de radioterapia  "supone un gran avance en el control de los tumores intracraneales, intranasales y en otro tipos tumorales en combinación con cirugía".

Inmunoterapia en veterinaria

En medicina humana, la inmunoterapia también está haciendo sus avances en oncología, y "en el caso de la oncología veterinaria, también disponemos de esta modalidad terapéutica", indica María Carmen Aceña, quien añade que "se trata de otra forma de terapia dirigida contra el cáncer que utiliza sustancias para activar o inhibir el sistema inmunitario y que éste actúe frente a las células tumorales". En el campo de la medicina veterinaria ya se han desarrollado anticuerpos monoclonales para tratar el linfoma canino tanto de células B como T. "En Estados Unidos están ya comercializados (Aratana Therapeutics) una primera generación aunque parece que no han resultado ser tan específicos y, por tanto, no han demostrado tanta eficacia como se esperaba. Tengo entendido que se está trabajando en una segunda generación de estos anticuerpos".

En el país americano también está disponible otra vacuna para el linfoma canino de células B (Merial), aunque todavía no se puede comprobar su eficacia porque los estudios están en vías de desarrollo. "También contamos con vacunas terapéuticas antitumorales. La primera que se aprobó estaba indicada para el uso del melanoma oral en perros (Oncept, Merial), y diversos estudios han demostrado resultados cuanto menos contradictorios y son necesarios ensayos bien diseñados para obtener conclusiones válidas sobre su eficacia". Esta vacuna tampoco está disponible todavía en Europa. El tratamiento inmunoterapéutico que sí que se encuentra disponible en nuestro continente es Oncept IL-2 (Merial), indicado para sarcomas asociados a puntos de inyección del gato en combinación con cirugía y radioterapia para aumentar el tiempo libre de enfermedad.

Los ejemplos dados por la doctora en Veterinaria demuestran que los avances son numerosos y que los primeros pasos ya se están dando, "sin embargo todavía son necesarios más estudios para demostrar la eficacia del uso clínico de los inmunoterapéuticos antitumorales existentes en medicina veterinaria".

La comunicación, clave

Finalmente, le preguntamos a María Carmen Aceña sobre el momento que vive la especialidad. La veterinaria se muestra clara y asegura que "la oncología veterinaria, pese a no contar con las opciones de diagnóstico y tratamiento con las que cuenta la medicina humana, es una especialidad que se encuentra en auge". ¿Los motivos? El conocimiento y las nuevas terapias son clave, pero también lo son "la concienciación de los veterinarios sobre la frecuencia y la importancia del cáncer y su consecuente interés por esta especialidad. Y es que, la mayor y mejor formación de los veterinarios contribuye y contribuirá al desarrollo de la oncología veterinaria".

Todo ello, sin olvidar el papel que juegan los propietarios de las mascotas, "quienes están cada vez más dispuestos al tratamiento, llegando incluso a buscar opciones de tratamiento que no se les habían ofrecido". Sin embargo, para la doctora, lo indispensable es una buena comunicación entre veterinario y propietario: "La disposición al tratamiento es mayor cuando se les explica y entienden bien las opciones tanto de diagnóstico como de tratamiento. En las enfermedades tumorales, dado su matiz de mal pronóstico y las connotaciones negativas de tratamientos como la quimioterapia, es muy importante que se entienda bien que el fin del tratamiento es hacer del cáncer una enfermedad crónica con buena calidad de vida".

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