Cuando charlas con Neus Morera tienes claras dos cosas. La primera, que es una persona positiva, y la segunda, que ama su profesión. Dos afirmaciones que, a medida que te explica su experiencia, no hacen más que corroborarse. "Siempre he sentido curiosidad por la naturaleza y los animales, cómo funcionan y por qué, y tenía claro que estudiaría algo relacionado con la biología o la medicina", explica esta veterinaria especialista en animales exóticos. Y así fue. Lo que para muchos niños se queda como un sueño de infancia, para Neus Morera se convirtió en la realidad. "Me licencié en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona en el 2000. Tras una sustitución en Gandía entré a trabajar en la Clínica Veterinaria Las Américas de Torrente (Valencia), donde además de perros y gatos también visitaba aves y algunos pequeños mamíferos exóticos".

 Así cuenta sus inicios esta veterinaria valenciana que descubrió en el cuarto curso de la carrera que quería dedicarse a la clínica de animales de compañía, "y que la neurología y los animales exóticos era lo que más me atraía". En la C.V. Las Américas y luego en la C.V. Los Sauces, vio claro que la medicina de exóticos era lo suyo. "Es una disciplina que aúna medicina, cirugía y una gran variedad de animales que funcionan de manera diferente por diferentes motivos", recuerda, y añade: "Además, demanda creatividad para aplicar los mismos medios a un gran rango de tamaños, formas, comportamientos, etc., y tiene mucho por descubrir, lo que obliga a ampliar las miras constantemente. En medicina de exóticos no podemos descartar un diferencial porque no esté descrito en una especia, quizás tengas que describir tú el primer caso".

Especificidades

Peces, canguros, serpientes, gallinas o ratoncitos. El currículum de pacientes que han pasado por las manos de Neus Morera es amplio en estos casi 16 años que lleva tratando a animales.  Sin embargo, esta variedad supone una de las dificultades de la especialidad. "Creo que la complicación más grande es el número de especies diferentes con las que hay que tratar y el hecho de que sea una disciplina relativamente joven, con muchas cosas todavía por descubrir", comenta la experta, y añade: "Estos dos factores obligan a estudiar constantemente y a actualizarse a un ritmo incluso mayor que en otras especialidades". Sin embargo, asegura que "en estos momentos hay un interés creciente en la especialidad, por lo que desde las facultades se está ofreciendo más formación en la materia y están apareciendo cursos de postgrado en diferentes formatos".

Ya en la clínica, otro de los problemas a los que se enfrentan los veterinarios de exóticos es el rango de lesiones potenciales que se pueden sufrir: coletazos, mordiscos de diferentes formas, arañazos, picotazos o patadas son solo algunos de los ejemplos.

En cuanto a las especificidades a la hora de diagnosticar y tratar a los animales, Neus Morera indica que se usan las mismas técnicas, pero adaptándolas a las características de la especie. Y pone un ejemplo. "Podemos hacer un hemograma y una bioquímica en un periquito, pero habrá que adecuarse al volumen máximo que se le puede extraer (sobre los 0,2-0,3 ml) y al hecho de que sus eritrocitos son nucleados". En algunas ocasiones, las adaptaciones pueden suponer un incremento del coste, como es el caso del hemograma del periquito: "Es más costoso hacer un recuento de eritrocitos manual que pasarlo por una máquina". La poca inversión en este campo supone que "sacar adelante productos exclusivamente para estos pacientes cueste". Por ello, la mayoría de veces, "se tienen que adaptar las novedades que se desarrollan en otras especialidades –perros y gatos, humanos o animales de laboratorio – a nuestras necesidades".

Avanzando paso a paso

Neus Morera ha pasado gran parte de su vida profesional en la Clínica Exòtics de Barcelona, uno de los primeros centros exclusivamente de exóticos de España.  En estos casi 16 años ha visto como, paso a paso, se han ido produciendo avances tanto en el tratamiento como en la percepción de los propietarios. "Por suerte, cada vez más personas conocen las necesidades de sus mascotas. Durante este tiempo, he visto cómo aumentaban el número de vacunaciones, los chequeos y, en general, la medicina preventiva. También han disminuido las enfermedades asociadas al manejo de los animales".  Pone como ejemplo a los hurones, que han pasado de tener una esperanza de vida de 4-5 años a 8 años, y a los conejos, de 5-6 a 10-11 años. "Esto, por su parte, conlleva que con mayor frecuencia nos enfrentemos con enfermedades propias de animales geriátricos", clarifica.

Esta mayor percepción por parte de los propietarios, en palabras de Neus Morera, se debe a dos factores clave: el incremento de la información a la que se tiene acceso y a la concienciación del propietario de que "el veterinario juega un papel clave en el asesoramiento y la prevención de las enfermedades de sus mascotas". Sin embargo, lamenta que "todavía, a nivel económico, a la mayoría de gente le cuesta valorar el trabajo del veterinario". Además, aboga por reivindicar el papel esencial del veterinario en la prevención y el control de las enfermedades "que pueden afectar a los humanos directamente –zoonosis– e indirectamente  –porque causan pérdidas económicas en caso de especies de consumo, o sufrimiento a los propietarios en caso de animales de compañía–.

Finalmente, nos despedimos de Neus Morera deseándole suerte en su nuevo proyecto. Este octubre dejó la Clínica Exòtics para lanzarse hacia una nueva aventura, muy personal: "Voy a poner en marcha un servicio de asesoría y consultoría en medicina y cirugía de exóticos, y otro de medicina y cirugía de peces. Espero poder dedicarme a compartir con los compañeros veterinarios, o cualquiera que lo necesite, mi experiencia en medicina y cirugía de exóticos y peces. Para ello, voy a tener que estudiar, leer, acudir a congresos y aprender constantemente, que es una de las cosas que más me gustan de mi profesión". Un nuevo desafío para esta exótica veterinaria.