Desde que en 2014 abriera sus puertas, el Centro Veterinario La Salle no ha dejado de crecer tanto en servicios como en personal y tecnología. La tecnología avanzada, el trato personalizado y la atención individual a los clientes explican su éxito. "Avanzamos a pasos agigantados en busca de la excelencia en el servicio. Todo gracias al esfuerzo que hemos realizado en formación y actualización diaria de nuestros conocimientos", afirma María Santana.

Esta transformación continua ha impulsado la incorporación de nuevas especialidades. Así, con el tiempo, lo que comenzó siendo una clínica donde se atendían exclusivamente consultas de medicina interna y cirugía básica, se ha convertido en un punto de referencia para muchos salmantinos. "Nuestro afán por seguir aprendiendo en nuestro trabajo diario nos ha hecho ampliar determinadas especialidades como cirugías de tejidos blandos avanzadas –nefrectomías, lobulectomias hepáticas, mandibulectomias, adrenelectomias, etc.–, cirugía ortopédica y traumatológica –fracturas articulares, fractura de huesos largos con placas de osteosíntesis de última generación, etc.– y neurocirugía –slot ventral, laminectomía, fracturas/luxaciones vertebrales, etc.– ".

En total, siete profesionales que están fuertemente comprometidos con la praxis veterinaria. "Tres de nuestras profesionales son socias de AVEPA, y desarrollan parte de su actividad dentro de los grupos de trabajo en cirugía y tejidos blandos".

Para ellos, la formación no es una necesidad, sino una oportunidad de futuro. De manera que invertir en la especialización por áreas se traduce en mejoras para la empresa. "Estar formados es fundamental para ser competitivos. Por ejemplo, hemos incorporado un servicio que es pionero en Salamanca: fisioterapia y rehabilitación veterinaria, que estamos ampliando con todos los medios actuales: hidroterapia, electroestimulación, láser, magnetoterapia, etc.".

La clínica de pequeños animales aporta valor añadido a la labor diaria de los veterinarios. "Nuestra forma de entender la profesión pasa por el trabajo en equipo en pacientes con distintas patologías concomitantes. Cada vez son más los casos remitidos que nos llegan de otros centros veterinarios que demandan especialidades como traumatología o neurología, pero también diagnósticos como ecocardiografías, ecografía de abdomen y estudios mediante TAC".

Para María Santanta, la fidelización del cliente es esencial para garantizar el futuro. "Hoy prima una atención personalizada, y esto tiene que estar presente desde que el propietario acude a las primeras consultas de cachorros hasta el control de enfermedades crónicas y patologías adquiridas en pacientes geriátricos", afirma María, y concluye de manera firme: "Nosotros hacemos un continuo seguimiento en función de la etapa de vida del animal. Intentamos prevenir y descartar patologías congénitas y adquiridas que puedan desarrollar dentro de unos años".