"La innovación es una preocupación constante en nuestra clínica"

La clínica veterinaria Río Duero abrió sus puertas en 1994 con el objetivo de ofrecer una medicina y cirugía veterinaria de calidad para perros, gatos y animales exóticos. Durante los primeros años, sus veterinarios propietarios, Marta del Campo y Jesús María Fernández, alternaban su trabajo en la clínica con su formación continuada.

19/12/2017

"Hace 23 años, no disponíamos de medios de diagnóstico tan avanzados como ahora, pero desde el primer momento la clínica se equipó con equipo de rayos X de alta potencia, de laboratorio y sobre todo de un quirófano totalmente equipado y con instrumental quirúrgico especializado para cirugía general, traumatología, neurología ...

"Hace 23 años, no disponíamos de medios de diagnóstico tan avanzados como ahora, pero desde el primer momento la clínica se equipó con equipo de rayos X de alta potencia, de laboratorio y sobre todo de un quirófano totalmente equipado y con instrumental quirúrgico especializado para cirugía general, traumatología, neurología y cirugía maxilofacial", explica el copropietario y director veterinario de Río Duero, Jesús María Fernández. Poco a poco, la clínica pasó de unas diez consultas diarias y tres cirugías semanales a la media actual de 60 consultas diarias y unas 15-18 cirugías semanales. "Actualmente contamos más de 20.000 clientes y muchas clínicas que nos remiten casos de toda España y, además, colaboramos de forma activa en la formación de estudiantes de Veterinaria, realizando prácticas en nuestro centro", añade.

Casos de mayor incidencia

Los casos de odontología y cirugía maxilofacial más frecuentes en perros y gatos diagnosticados y tratados en clínica Río Duero son enfermedad periodontal avanzada, con muchos dientes afectados de movilidad, retracción gingival y tinciones; fracturas dentales con y sin exposición pulpar; lesiones de amelogénesis o dentinogénesis imperfecta; tumores en la cavidad oral –que, como afirma Fernández, "debido a la mayor esperanza de vida en perros y gatos, cada vez tienen una mayor incidencia"-; casos de ortodoncia; patologías de las glándulas salivares; enfermedades de la cavidad nasal como cuerpos extraños, tumores, infecciones; tumores e infecciones de los senos paranasales; enfermedades inflamatorias de la cavidad oral, como son, en palabras del veterinario, "las  gingivoestomatitis crónicas del gato, cada vez más frecuentes y donde estamos continuamente estudiando e investigando nuevas terapias". Sin olvidar asimismo las lesiones de reabsorciones dentarias, sobre todo en gatos; las lesiones traumáticas como avulsiones y luxaciones dentarias, fracturas maxilares, mandibulares, nasales y de otros huesos maxilofaciales; las de displasia, luxaciones y fracturas de la articulación temporomandibular; o las congénitas como labio leporino, paladar hendido, deformidades nasales etc.

Por su parte, los casos con una mayor incidencia en animales exóticos dependen de la especie. "En los conejos hemos adquirido mucha experiencia y especialidad y vemos muchos casos de maloclusiones dentales y abscesos maxilofaciales de origen dentario, que pueden tratarse a través de técnicas avanzadas odontológicas como apicectomías y pulpotomías", destaca Fernández. En otros pequeños mamíferos como cobayas, hámsters, chinchillas, jerbos, ardillas, erizos y hurones, en Río Duero asisten muchas patologías de enfermedad periodontal, fracturas dentales, abscesos maxilofaciales y neoplasias. En reptiles los casos más frecuentes son estomatitis infecciosas, abscesos orales y neoplasia de boca y cabeza, así como deformidades, fracturas y enfermedades del pico de las tortugas. Finalmente, la clínica también atiende a las enfermedades de boca, faringe y pico, avulsiones, estomatitis y neoplasia en las aves, sin olvidar, tal y como subraya el copropietario del centro, "de animales salvajes como leones, tigres o koalas", que ha tratado junto a su equipo del Hospital Clínico Veterinario Complutense.

Especialización y personalización

"Pese a que atendemos todas las especialidades de odontología y cirugía maxilofacial, ofrecemos un tratamiento altamente especializado, completo, avanzado y personalizado en los casos de neoplasias orales y maxilofaciales, ofreciendo todas las opciones disponibles, desde una cirugía amplia de resección tumoral con una reconstrucción completa y lo más funcionalmente posible para paciente, hasta radioterapia (en centros colaboradores) y quimioterapia en la propia clínica", continúa Fernandez.

En las instalaciones de la clínica, que ocupan una superficie de 200m2, "destaca la zona quirúrgica con su amplio quirófano, donde disponemos de todo el equipamiento y material necesarios para cirugía maxilofacial, odontología y cirugía", apunta Fernández. El centro dispone asimismo de todos los medios y material más novedosos y de calidad para el desarrollo de esta especialidad, como diversos equipos de rayos X dentales (Trophy), compresores dentales, instrumental rotatorio (Kavo, W&H) y de mano, equipo de láser quirúrgico CO2 (Aesculight), cámara dental intraoral (Kodak) y un lector digital de radiología dental con la mayor resolución actualmente disponible (Dürr). "Todo este material permite hacer un tratamiento y diagnóstico correcto y en los casos de cirugía maxilofacial se remite siempre a un centro colaborador para realizar un TC de cabeza y cuello", matiza el director veterinario de Río Duero, quien añade que "la innovación es una preocupación constante en nuestra clínica".

"Invertimos gran parte de nuestros beneficios en mejorar el equipamiento de diagnóstico de la clínica, anestésico y sobre todo quirúrgico y recientemente hemos adquirido un segundo equipo dental de rayos X y un láser quirúrgico de CO2 de la más alta calidad y seguridad", añade Fernández.

Profesión vocacional

"Desde el primer día que abrimos nuestra clínica e incluso antes, desde el primer día que estudié Veterinaria, tenía muy clara mi vocación, que era la de mejorar la salud de mis pacientes (los animales)", asegura Fernández. "Creo que las profesiones sanitarias (veterinario, médico, dentista, enfermero y farmacéutico) son diferentes al resto de las profesiones, porque tratamos con seres vivos que sufren, sienten y padecen y tenemos la obligación de aplicar todos nuestros conocimientos y esfuerzos en mejorar su calidad de vida y estado de salud, curándolos en muchas ocasiones y aliviándoles siempre", prosigue el veterinario, quien apunta que, "en muchas ocasiones no es suficiente con ser una gran veterinario o cirujano, sino que no debemos perder nunca el lado humano ni la capacidad de explicar todo lo que le vamos a hacer al animal, teniendo paciencia y haciendo una escucha activa con el propietario, además de ayudarle en la toma de decisiones".

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