La Navidad suele asociarse a alegría, reuniones y celebraciones, pero para muchas mascotas este periodo puede resultar abrumador. Los cambios en la rutina, las visitas constantes, los viajes y la pirotecnia alteran su equilibrio emocional, y pueden convertirse en una fuente importante de estrés para perros y gatos.

Las reuniones familiares, especialmente cuando son numerosas y prolongadas, suponen una auténtica sobrecarga sensorial. El ruido continuo, los olores intensos, el movimiento constante y la presencia de personas desconocidas generan desorientación e inseguridad. A esto se suma la invasión de su espacio, la falta de momentos de calma y la ruptura de sus rutinas diarias. Como resultado, pueden aparecer conductas que reflejan su malestar: esconderse, ladrar o maullar de forma excesiva, orinar fuera de lugar, destruir objetos o incluso mostrar signos de agresividad. No se trata de "mal comportamiento", sino de una llamada de auxilio de un animal que se siente sobrepasado, inseguro o desplazado.

La pirotecnia es, sin duda, otro de los factores más angustiantes. Perros y gatos poseen una sensibilidad auditiva muy superior a la nuestra, por lo que los petardos y fuegos artificiales se perciben como sonidos intensos, impredecibles y, en algunos casos, dolorosos. Este ruido activa su instinto de supervivencia y puede provocar auténticos episodios de pánico: temblores, jadeos, vómitos, intentos desesperados de huida, ladridos continuos o conductas destructivas. Este miedo profundo no solo afecta a su estado emocional, sino que también puede tener consecuencias en su salud física.

La calma: clave para mantener su equilibrio emocional

Para Imke Marks, fundadora de Mooiza, "durante estas fechas es fundamental respetar el ritmo y los límites de cada animal. No forzar el contacto con los invitados y ofrecerles un refugio seguro, tranquilo y alejado del ruido -con su cama, agua y juguetes- les permite sentirse protegidos y recuperar la calma cuando lo necesitan", explica. El uso de música suave o ruido blanco también puede ayudar a amortiguar los estímulos externos.

Además, la experta recomienda también "reforzar el bienestar emocional tanto por fuera a través de la aromaterapia, como por dentro mediante una suplementación nutracéutica específica durante los días de mayor agitación. Este apoyo contribuye a regular los niveles de cortisol, la hormona del estrés, cuya elevación prolongada puede afectar al sistema nervioso y agravar otras patologías".

En este sentido, Mooiza ha desarrollado la gama Zen, formulada para mejorar el estado anímico de perros y gatos de forma natural y efectiva. Su doble acción combina botánicos de propiedades calmantes como lavanda, melisa, pasiflora y aloe vera de aplicación en spray, con la ingesta de ingredientes naturales como la valeriana, que relaja el sistema nervioso central; la hierba de San Juan, con efecto antidepresivo natural, y el L-triptófano, un aminoácido esencial que favorece la producción de serotonina, proporcionando sensación de bienestar.