Cuando la Navidad duele: los animales de compañía, un apoyo clave frente a la soledad y el duelo

La Fundación Affinity subraya el papel emocional de perros y gatos para acompañar a las personas en unas fechas marcadas por las ausencias, la nostalgia y la intensificación de la soledad.

Estado: Esperando

16/12/2025

Durante las fiestas navideñas, los recuerdos y las rutinas compartidas pueden activar con más intensidad la sensación de ausencia: una silla vacía, una tradición que ya no se repite o un momento que evoca a quien falta. Por eso, muchas personas viven estas fiestas entre la ilusión y la nostalgia. Ante ...

Durante las fiestas navideñas, los recuerdos y las rutinas compartidas pueden activar con más intensidad la sensación de ausencia: una silla vacía, una tradición que ya no se repite o un momento que evoca a quien falta. Por eso, muchas personas viven estas fiestas entre la ilusión y la nostalgia.

Ante esta realidad, la Fundación Affinity destaca que el vínculo emocional con perros y gatos ayuda a aliviar los momentos de duelo y soledad, sobre todo en periodos emocionalmente delicados como la Navidad, donde las sensaciones se intensifican debido a la presión social y a las expectativas familiares. 

Según el Barómetro de la soledad no deseada en España[2], 1 de cada 10 españoles vincula el sentimiento de soledad con haber dejado de convivir con quienes antes compartía hogar. En unas fechas donde las personas experimentan de manera más intensa los sentimientos de duelo que producen las ausencias familiares y en las que, en consecuencia, se pueden reactivar emociones difíciles de afrontar, los animales de compañía actúan como un apoyo emocional que puede compensar la falta de vínculos humanos.

Loreto Sánchez, psicóloga sanitaria colaboradora de la Fundación Affinity, explica que "en Navidad, muchas personas sienten con más fuerza la ausencia de quienes ya no están. Los animales no sustituyen ese vacío, pero sí ofrecen algo muy valioso: una presencia tranquila que acompaña sin pedir nada a cambio. Están ahí cuando la tristeza aparece, sostienen lo que cuesta decir en voz alta y nos ayudan a encontrar calma en lo cotidiano. Ese gesto tan simple de estar puede marcar una gran diferencia en cómo vivimos esos días señalados".

En esta misma línea, la revisión sistemática "Pet ownership, loneliness, and social isolation: a systematic Review"[3], destaca que los perros y los gatos son una fuente emocional importante que acompaña en momentos de tristeza y aporta calma, ayudando a sobrellevar esos momentos difíciles sin sustituir el vínculo perdido. Además, el contacto con los animales reduce el aislamiento social y contribuye a crear sensación de hogar al proporcionar compañía y estabilidad.

"La soledad no disminuye con un animal de compañía. Lo que realmente ayuda a reducir esa sensación es el vínculo real que se establece entre la persona y su perro o gato, especialmente en periodos donde cambian los hábitos sociales como puede ser la Navidad. Las rutinas, los cuidados, o las oportunidades de interacción que se generan, como puede ocurrir por ejemplo con los paseos, aportan sensación de acompañamiento, lo que ayuda a moderar el aislamiento y amortiguar la soledad", asegura el Dr. Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El vínculo como apoyo psicológico y emocional

Por su parte, Alberto Soler, psicólogo sanitario colaborador de la Fundación Affinity, afirma que "apoyarnos en el vínculo con nuestros animales para sobrellevar los retos emocionales tiene todo el sentido". Soler ha preguntado a su comunidad en Instagram de más de 600.000 seguidores sobre este hecho. Así, el 76% de las personas nota más la ausencia de quienes no están en fechas como la Navidad y el 93% siente que tener un animal que le espera al llegar a casa le ayuda a sentirse menos solo. "De hecho, el vínculo con los animales es algo que siempre ha acompañado a los seres humanos y que contribuye a nuestro bienestar emocional", asegura Soler. Según esta encuesta, el 67% de las personas cuenta sus problemas a sus perros o gatos. "¿Por qué lo hacen aunque sepan que no les van a entender? Porque expresar nuestras preocupaciones en voz alta ante alguien que escucha y no juzga ayuda a enfocarlos mejor, llegar a soluciones y sentirnos menos sobrepasados", asegura.

Una de las personas que conoce de cerca el poder que tienen los animales como apoyo psicológico en momentos difíciles es Carmen Loarce, que perdió a su madre en 2017 después de una larga enfermedad y que vio como tan solo ocho meses después fallecía también su perro Pícolo, con quien convivió durante 17 años. "Aquellas Navidades fueron las más tristes de mi vida. Pensaba que no saldría nunca de aquel pozo. Pero entonces llegó nuestro perro Pistacho, quien vino a darle alegría a mi vida y a la de mi marido. Recuerdo con mucho cariño las primeras Navidades que pasamos con él. Nos hizo recuperar la ilusión: volvimos a decorar la casa, comprar regalos, organizar comidas… De esto hace ya siete años y cada vez vivimos estas fechas con más intensidad y alegría", declara Carmen, que concluye: "Puedo decir que gracias a él volvemos a vivir la Navidad como antes".


[1]1Fuente: Informe Barómetro de la soledad no deseada en España 2024. Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada.

[2] Fuente: Ídem

[3] Benedikt Kretzler, Hans-Helmut König, André Hajek. (2022) "Pet ownership, loneliness, and social isolation: a systematic review". Department of Health Economics and Health Services Research, University Medical Center Hamburg-Eppendorf, Hamburg, Germany