En todo el mundo existen más de 172.000 especies de animales y plantas amenazadas por la acción del ser humano y el deterioro del medio ambiente. De ellas, cerca de 2.000 se encuentran en Colombia. Así lo asegura la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), en sus últimos datos publicados.

La amenaza que supone el país para distintas especies de animales y plantas es inferior a la de sus vecinos Brasil y Ecuador, que cuentan ambos con casi 2.000 especies amenazadas.

1.140 especies de plantas amenazadas

En el caso de Colombia, las plantas son el grupo de seres vivos más amenazado, con 1.140 especies en peligro de extinción. Les siguen los anfibios, con 300 especies amenazadas, y los peces, con 195. La cifra de especies de aves amenazadas es de 88, mientras que se contabilizan hasta 62 especies de mamíferos en peligro de extinción en el país latinoamericano. Los reptiles (40) y los moluscos (4) son los tipos de animales menos amenazados del país.

Las tortugas marinas, los osos de anteojos o el manatí del Caribe, algunos de los animales en peligro de extinción en Colombia

Entre las distintas especies de animales y plantas amenazadas en Colombia destacan el tití cabeciblanco, un primate platirrino que habita en las selvas y bosques del norte del país. Se trata de una especie endémica que se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la destrucción de su hábitat y al tráfico ilegal de fauna.

Las tortugas marinas son otro de los animales más singulares del territorio colombiano que se encuentran en peligro de extinción. De las ocho especies de tortugas marinas del mundo, seis habitan en las costas del país y muchas de ellas están amenazadas por la contaminación, la destrucción de su hábitat natural, el tráfico ilegal y la pesca.

El oso de anteojos es otro de los animales emblemáticos de Colombia que se encuentran amenazados. Originario de los bosques andinos, el también denominado oso andino tiene su hábitat en territorios de Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú. Se estima que actualmente solo permanecen unos 8.000 ejemplares. Caracterizado por las manchas blancas que parecen anteojos, este oso se encuentra amenazado por el avance de la agricultura industrial en las zonas andinas.