El artículo " Assessed Temperatures and Stress in Cats Using Tympanic and Rectal Thermometers", publicado en la revista Veterinary Sciences, destaca que la medición de la temperatura por vía auricular resulta menos estresante que por vía rectal. La temperatura corporal registrada siempre es más elevada en el tímpano que en el recto, lo que permite detectar antes casos de fiebre, pero con el riesgo de no detectar posibles casos de hipotermia.

La medición de la temperatura por vía rectal es el método más común en animales. Sin embargo, esta técnica presenta sus limitaciones, debido a que la mucosa intestinal no refleja cambios rápidos de la temperatura corporal. Además, esta técnica puede resultar especialmente estresante en el caso de los gatos, lo que puede afectar a otros parámetros clínicos de estos pacientes y perjudicar su estado de salud.

Una alternativa es la medición de la temperatura timpánica por vía auricular. El centro regulador de la temperatura del hipotálamo y el tímpano comparten vasos sanguíneos, por lo que su temperatura es muy parecida. En este caso, el termómetro mide la radiación infrarroja emitida por la membrana del tímpano, convirtiendo esta radiación en temperatura de forma rápida.

El objetivo de este estudio es comparar el estrés y la temperatura corporal registrada por vía auricular y vía rectal en gatos sanos tanto en los hogares como en centros veterinarios. Los autores realizaron la medición de la temperatura auricular en el lado izquierdo, ya que el estrés parece aumentar más la temperatura en el oído derecho que en el izquierdo.

Menos estresante
En relación con el estrés, medido mediante la escala de miedo, ansiedad y estrés (escala FAS, por sus siglas en inglés), los investigadores indican que es el doble cuando la temperatura se toma por vía rectal. No obstante, para alguno gatos resultó más estresante la medición por vía auricular. Por tanto, de ser posible, los veterinarios deben elegir la vía que prefiera cada paciente, en función de las experiencias observadas.

En el ambiente doméstico, la temperatura auricular suele ser algo más elevada que la rectal. Sin embargo, el error medio en este grupo es mayor, lo que indica una mayor variabilidad, debido al peor manejo que pueden hacer los tutores de los gatos. Por ello, el uso de la temperatura timpánica en los hogares puede no ser la mejor opción.

Por el contrario, en el entorno clínico se obtuvieron resultados más consistentes. Así, en gatos normotérmicos, la temperatura auricular fue de media 0,4ºC superior a la rectal. Esto tiene una explicación fisiológica, ya que el cerebro es uno de los órganos más activos metabólicamente, lo que eleva la temperatura de la zona. No obstante, se debe tener en cuenta que corre el riesgo de clasificar un gato normotérmico como hipertérmico por esta mayor temperatura.

En cuanto a los gatos con hipertermia, la temperatura auricular fue 0,5ºC de media más alta que la rectal, lo que permite detectar de forma más precoz casos de pirexia en comparación con la vía rectal.

Finalmente, en los gatos anestesiados o hipotérmicos, la temperatura auricular también fue mayor que la rectal. En este caso, existe el riesgo de no detectar gatos hipotérmicos y considerarlos normotérmicos al tomar la temperatura por vía auricular.

En conclusión, los autores señalan que la medición de la temperatura en el tímpano izquierdo de los gatos es una técnica menos estresante que la rectal y especialmente recomendable para detectar casos de pirexia (temperaturas auriculares mayores de 38,9ºC). Por el contrario, en gatos con temperaturas auriculares menores de 36,7ºC, recomiendan medir la temperatura por vía rectal para medir de forma más precisa la severidad de la hipotermia registrada.