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Otro tema en el que el III Simposio Vetnia by Elanco puso, este jueves, el foco fue el de leishmaniosis y ERC en perros. Juanjo Rincón, Marketing Brand Manager PetHealth, adelantó que en antiparasitarios viene mucha innovación. Una tarea adicional es la de liderar la comunicación con los tutores y hacer popular la desparasitación ...
Otro tema en el que el III Simposio Vetnia by Elanco puso, este jueves, el foco fue el de leishmaniosis y ERC en perros. Juanjo Rincón, Marketing Brand Manager PetHealth, adelantó que en antiparasitarios viene mucha innovación. Una tarea adicional es la de liderar la comunicación con los tutores y hacer popular la desparasitación animal. De hecho, hicieron el petfranero popular. Luego, los villancicos para la prevención. Y este año apostaron por el humor, La Bromita de los Parásitos, un chiste que no querrás pillar. Para esta Navidad, han creado una campaña que se llama El regalo de los parásitos, una sorpresa que nadie ha pedido.

Xavier Roura comentó que la asociación de la leishmaniosis y la ERC produce una disfunción. Con Leishmania, parece que la enfermedad renal es más grave. La leishmaniosis es una enfermedad multisistémica. Cuando a los perros se les ha tratado, muchos mantienen durante tiempo una serología positiva.
Explicó que la leishmaniosis canina desencadena diferentes respuestas inflamatorias tras la infección por Leishmania. En una primera fase puede aparecer una reacción inflamatoria aguda, caracterizada por la activación rápida del sistema inmunitario. Conforme la enfermedad progresa, es frecuente una inflamación crónica de tipo granulomatoso o linfoplasmocítico, resultado del intento del organismo por contener al parásito. Además, en muchos perros se desarrolla una inflamación secundaria provocada por el depósito de inmunocomplejos, un proceso que puede afectar órganos clave como el riñón y agravar notablemente el cuadro clínico.
La segunda causa de enfermedad renal asociada a la leishmaniosis es el tratamiento. Aclaró que más del 40 % de los perros con leishmaniosis presentan enfermedad renal en el momento del diagnóstico, siendo la proteinuria un hallazgo más habitual que la azotemia. Asimismo, menos del 2 % de los perros desarrolla enfermedad renal si no la mostraba ya en el momento del diagnóstico, lo que subraya la importancia de una detección temprana. Entre un 13 % y un 75 % de los perros tratados con alopurinol desarrollan efectos adversos urinarios, una cifra que refleja la necesidad de un seguimiento estrecho durante la terapia. Proteinuria implica enfermedad renal.
La leishmaniosis se genera por una glomerulonefritis. Respecto al tratamiento de leishmaniosis y enfermedad renal, se habla de enfermedad renal. Antes de empezar el tratamiento, hay que clasificar al paciente. Hay que entender que esto es para la enfermedad renal crónica y no para la aguda. En el tratamiento, un objetivo es desinflamar, no inmunosuprimir. Defendió el uso de la prednisona de 7 a 15 días, olvidándose del miedo a la cortisona. Luego, se refirió al uso de la inmunoterapia, que tiene sentido y en la Leishmania ha entrado, a través de la domperidona y los nucleótidos. Sostuvo que lo primero que hay que añadir es una dieta renal.
Concluyó que la glomerulonefritis, consecuencia del depósito de inmunocomplejos, es la lesión renal más habitual en la leishmaniosis canina. Por ello, "un enfoque terapéutico 'paso a paso' para manejar la enfermedad renal en estos perros se considera la estrategia más adecuada".