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Al Simposio Vetnia by Elanco acudieron 200 veterinarios. Su sesión plenaria dedicó una sesión a Enfermedad Renal Crónica (ERC) en gatos y a cómo lidiar con la anorexia y la anemia. Antes, Paula Purchalt, Marketing Associate Pet Health - Prescription Products Iberia, destacó de cómo Elanco está comprometida con la innovación en medicina felina. Muchas ...
Al Simposio Vetnia by Elanco acudieron 200 veterinarios.
Su sesión plenaria dedicó una sesión a Enfermedad Renal Crónica (ERC) en
gatos y a cómo lidiar con la anorexia y la anemia. Antes, Paula
Purchalt, Marketing Associate Pet Health - Prescription Products Iberia,
destacó de cómo Elanco está comprometida con la innovación en medicina felina.
Muchas de sus formulaciones han sido reconocidas por su facilidad de
administración. Dejó claro que su estrategia se centra en atender las
necesidades específicas de los gatos de manera individual, mejorar el manejo
del estrés en las visitas veterinarias y desarrollar productos específicos para
su salud.
Rodolfo Oliveira Leal informó de que la ERC es irreversible y progresiva, incluso si se trata adecuadamente. Sí que existen situaciones de enfermedad renal aguda que pueden ser reversibles si se llega a tiempo. Hay animales cuya disminución de la función renal es casi lineal. Otros permanecen estables por un tiempo y luego disminuyen rápidamente. En gatos y perros con displasia renal, la "estabilidad" puede ser larga y solo cambiar con enfermedades concomitantes, como pueden ser las infecciones.
La ecografía abdominal es muy importante para la confirmación de la enfermedad renal. En medicina, son primordiales los biomarcadores. La creatinina se ve influenciada por la masa muscular y la raza de los gatos. La urea es influenciada por múltiples factores, como la ingesta de proteínas o la hemorragia gastrointestinal. La SDMA es un metabolito de la arginina. Es un biomarcador precoz de enfermedad renal. Su interpretación debe hacerse con "sentido común". Lo frecuente es que haya una disminución de la densidad urinaria cuando la creatinina está aumentada. Hay que distinguir si es una enfermedad aguda o crónica.
La biopsia para identificar complicaciones y consecuencias importantes es difícil de hacer. Sobre las consecuencias de la ERC, empezó a hablar por los trastornos gastrointestinales y anorexia. El 43 % de os tutores informan de que sus gatos tenían un apetito anormal. Señaló que, en los gatos con ERC aumenta la producción de gastrina, un fenómeno que empeora con la propia progresión de la ERC. Sin embargo, aún no se conoce con claridad cómo esta hipergastrinemia se relaciona con los problemas gástricos. La gastrina depende de la excreción renal, de modo que la pérdida de función del riñón provoca hipergastrinemia y aumento de la acidez gástrica. Aunque los gatos con tumores que producen gastrina desarrollan lesiones gástricas claras, esto no ocurre necesariamente en gatos con ERC, pese a tener niveles elevados de gastrina.
Lo que se hace actualmente es optimizar la dieta, desarrollando un plan de nutrición personalizado. Si se coloca la decisión de colocar una sonda de esofagostomia, el éxito será menor. No se recomienda el uso profiláctivo de bloquedadores H2, IBP y sucralfato en IRIS stage 1-3, si no hay signos de hemorragia intestinal. Respecto a estimulantes del apetito, la mirtazapina aumenta el peso y es un estimulante eficaz, pero hay que utilizarla en dosis menores. Una novedad es capromorelina, un agonista de la agrelina que actúa sobre el mecanismo fisiopatológico de la anorexia. En gatos con acromegalia, debe usarse con precaución. Repasó también qué hacer ante la anemia, como la suplementación de hierro. Los inhibidores del HIF-PH tienen efectos eritropoyéticos.
El fármaco molidustat, administrado diariamente, puede inducir una respuesta significativa de eritropoyetina en gatos con ERC que presentan anemia, lo que sugiere un potencial beneficio terapéutico en estos pacientes.
Oliveira Leal apuntó que, para frenar la progresión de la ERC, es fundamental controlar dos factores clave, la proteinuria y la hipertensión. Aseveró que reducir ambos contribuye a ralentizar el deterioro de la función renal, tanto en animales como en humanos. Subrayó que la ERC es la principal causa de hipertensión secundaria en perros y gatos. En los gatos, entre un 13 % y un 28 % de la población general presenta hipertensión, pero la cifra aumenta hasta el 66 % en aquellos con ERC. Asimismo, la hipertensión agrava la proteinuria, acelerando el deterioro renal.
Sostuvo que es importante hablar de factores de pronóstico. El estadio IRIS es determinante para la supervivencia. Los gatos en IRIS II pueden vivir unos tres años, en IRIS III unos dos años y en IRIS IV apenas alrededor de un mes. Además, otras variables que empeoran el pronóstico incluyen la hiperfosfatemia, la proteinuria, la anemia, la pérdida de peso y los niveles elevados de FGF-23. Hay que decir al propietario la esperanza de vida que hay por delante.
Sus mensajes finales hicieron hincapié en que, aunque la causa de la ERC felina aún no se conoce con precisión, un diagnóstico adecuado y la correcta determinación del estadio son fundamentales. Las complicaciones y consecuencias pueden manejarse, pero requieren vigilancia continua, y el éxito terapéutico depende en gran medida de tratarlas correctamente. Y los factores pronósticos deben tenerse siempre en cuenta.