La edad reduce drásticamente el riego sanguíneo en los tendones de los caballos, según un estudio 3D del RVC

Nuevas imágenes tridimensionales revelan que los caballos mayores pierden hasta un 70 % del volumen vascular en sus tendones, lo que explica su mayor vulnerabilidad a lesiones y la lenta recuperación.

Estado: Esperando

20/11/2025

Las lesiones de tendones son una de las principales causas de cojera y reducción del rendimiento en caballos, y su riesgo aumenta a medida que los animales envejecen. A pesar de ello, los motivos biológicos que explican este deterioro relacionado con la edad no estaban claros. Comprender cómo cambian el ...

Las lesiones de tendones son una de las principales causas de cojera y reducción del rendimiento en caballos, y su riesgo aumenta a medida que los animales envejecen. A pesar de ello, los motivos biológicos que explican este deterioro relacionado con la edad no estaban claros. Comprender cómo cambian el flujo sanguíneo y la estructura del tejido con el envejecimiento es esencial para desarrollar tratamientos y estrategias de rehabilitación más eficaces para caballos mayores, además de ofrecer información útil sobre procesos similares en humanos.

El equipo de investigación del RVC, dirigido por la Dra. Nodoka Iwasaki, investigadora posdoctoral, y la Dra. Chavaunne Thorpe, profesora de Ciencias Básicas en el Departamento de Ciencias Biomédicas Comparadas del RVC, empleó tecnologías 3D avanzadas para capturar imágenes detalladas del tejido tendinoso de caballos jóvenes (2-5 años) y mayores (18-22 años). Esto les permitió visualizar y cuantificar la red vascular del tendón con un nivel de detalle sin precedentes. El estudio examinó específicamente los vasos sanguíneos del tendón flexor digital superficial (SDFT), una estructura funcionalmente similar al tendón de Aquiles humano y una de las que se lesionan con más frecuencia en caballos de deporte.

Al analizar estas imágenes, los investigadores observaron que los caballos mayores mostraban una reducción del 70 % en el volumen vascular total, lo que significa que había mucha menos sangre presente en los vasos del tendón. También encontraron una disminución del 30 % en el diámetro de los vasos y una reducción del 74 % en el número total de vasos sanguíneos en comparación con los caballos jóvenes. Esto indica que los tendones envejecidos reciben mucho menos flujo sanguíneo, lo que los hace más vulnerables al daño y ralentiza su capacidad de curación.

Al mismo tiempo, el equipo observó un aumento en la formación de vasos sanguíneos más pequeños en los tendones envejecidos, lo que sugiere que el tejido intenta compensar la pérdida de vasos mayores. Sin embargo, esta nueva red vascular parecía desorganizada, lo que indica una pérdida del equilibrio vascular: la estructura y coordinación normal de los vasos sanguíneos se ve alterada. Estos cambios sugieren que los nuevos vasos desorganizados pueden no funcionar de manera eficaz, lo que refuerza la necesidad de vigilar de cerca la salud de los tendones a medida que los caballos envejecen.

La Dra. Nodoka Iwasaki, investigadora posdoctoral del RVC, afirmó:

"Este estudio empleó imágenes 3D avanzadas para mostrar, por primera vez, cómo cambia el suministro de sangre en el tendón del caballo con la edad. Descubrimos que los tendones envejecidos pierden muchos de sus vasos sanguíneos más grandes, que son cruciales para la reparación y recuperación. Esto ayuda a explicar por qué los caballos mayores son más propensos a las lesiones tendinosas y por qué estas tardan más en sanar. Ahora estamos investigando formas de prevenir este deterioro relacionado con la edad, con el objetivo de mejorar los resultados en caballos mayores con lesiones de tendón".

Por su parte, Chavaunne Thorpe, profesora de Ciencias Básicas en el Departamento de Ciencias Biomédicas Comparadas del RVC, señaló:

"Mediante técnicas de imagen 3D de alta resolución, hemos demostrado que el suministro de sangre al tendón flexor digital superficial -uno de los más propensos a lesiones- cambia de forma drástica con el envejecimiento del caballo, debido a la pérdida de vasos sanguíneos de mayor tamaño. Esto puede explicar por qué los caballos mayores tienen más riesgo de sufrir lesiones de tendón, ya que un menor aporte sanguíneo implica que sus tendones no podrán curarse igual de bien. Actualmente estamos desarrollando métodos para prevenir este deterioro relacionado con la edad, que, si tienen éxito, podrían mejorar el pronóstico de los caballos mayores con lesiones tendinosas".

Financiado por la Horserace Betting Levy Board y realizado en colaboración con investigadores de la Universidad Aristóteles de Tesalónica (Grecia), este estudio se suma a la amplia experiencia y liderazgo del RVC en ciencia equina, donde se llevan a cabo investigaciones punteras sobre biología, lesiones y reparación del tendón. El RVC continúa liderando estudios en áreas como terapias con células madre, laminitis, síndrome de Cushing equino, cojera y la vida de los caballos de carreras tras su retirada.