El metronidazol altera la microbiota intestinal canina y reduce la fermentación de la fibra

El uso del antibiótico metronidazol, habitual en el tratamiento de trastornos digestivos caninos, puede alterar gravemente el equilibrio de la microbiota intestinal. Un estudio de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign revela que este fármaco reduce la diversidad bacteriana y limita la fermentación de fibras dietéticas, comprometiendo la producción de compuestos esenciales para la salud intestinal del perro.

Estado: Esperando

29/10/2025

Un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign ha demostrado que el antibiótico metronidazol puede alterar significativamente la microbiota intestinal de los perros, afectando su capacidad para fermentar fibras dietéticas y reducir la producción de ácidos grasos de cadena corta, esenciales para la salud digestiva. El estudio, publicado en ...

Un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign ha demostrado que el antibiótico metronidazol puede alterar significativamente la microbiota intestinal de los perros, afectando su capacidad para fermentar fibras dietéticas y reducir la producción de ácidos grasos de cadena corta, esenciales para la salud digestiva.

El estudio, publicado en Frontiers in Veterinary Science, analizó cómo distintas fuentes de fibra -pectina, pulpa de remolacha, pulpa de achicoria y celulosa- se fermentan "in vitro" utilizando muestras fecales de perros antes y después de ser tratados con metronidazol.

Los investigadores, liderados por Kelly S. Swanson, observaron que tras dos semanas de administración del antibiótico, los perros mostraban una notable disminución en la diversidad bacteriana y una menor producción de butirato, uno de los principales ácidos grasos generados durante la fermentación intestinal. Este compuesto desempeña un papel clave en el mantenimiento de la integridad del epitelio intestinal y en la regulación de la inflamación.

El experimento se llevó a cabo con cuatro beagles adultos alimentados con una dieta húmeda comercial. Tras dos semanas de tratamiento con metronidazol, los investigadores realizaron fermentaciones "in vitro" con las heces recogidas antes y después del uso del antibiótico.

Los resultados fueron claros: el pH de las muestras disminuyó durante la fermentación, pero la producción de ácidos grasos -acetato, propionato y butirato- fue significativamente menor en los perros tratados. Además, la diversidad microbiana se redujo de forma drástica, especialmente en bacterias beneficiosas como Bacteroides, Faecalibacterium y Ruminococcus, mientras que aumentaron géneros oportunistas como Lactobacillus y Streptococcus.

Las diferencias fueron más evidentes en la fermentación de la pectina y la pulpa de remolacha, que en condiciones normales producen abundantes compuestos beneficiosos. En cambio, la celulosa, una fibra poco fermentable, mostró pocos cambios.

El metronidazol es uno de los antibióticos más utilizados en medicina veterinaria para tratar diarreas, giardiasis o infecciones por Clostridium perfringens. Sin embargo, estudios previos ya habían señalado su capacidad para alterar la microbiota intestinal. Esta nueva investigación aporta una visión más detallada sobre cómo afecta a la fermentación bacteriana y a la recuperación intestinal posterior.

Los autores destacan que la suplementación con fibras fermentables podría ser una estrategia útil para favorecer la recuperación del microbioma tras tratamientos antibióticos. Ingredientes como la pulpa de remolacha o la achicoria, ricos en fibras solubles y moderadamente fermentables, podrían ayudar a restablecer el equilibrio bacteriano y la producción de ácidos grasos beneficiosos.

Aunque el estudio se realizó en condiciones controladas "in vitro", sus resultados refuerzan la idea de que la dieta desempeña un papel fundamental en la salud intestinal del perro, especialmente después de tratamientos con antibióticos. Los investigadores proponen ampliar esta línea de trabajo con ensayos clínicos en vivo y con un mayor número de fuentes de fibra.

En palabras de los autores, "comprender cómo diferentes fibras modulan la fermentación tras un tratamiento con metronidazol puede ayudar a diseñar dietas terapéuticas que aceleren la recuperación intestinal y mejoren el bienestar de los animales".