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En España, casi la mitad de los hogares convive con animales de compañía que, en la mayoría de los casos se comportan y son tratados como un miembro más de la familia. Por eso, cuando la pareja se separa afronta una problemática muy parecida al cuidado y custodia de los ...
En España, casi la mitad de los hogares convive con animales de compañía que, en la mayoría de los casos se comportan y son tratados como un miembro más de la familia. Por eso, cuando la pareja se separa afronta una problemática muy parecida al cuidado y custodia de los hijos, tanto a nivel legal como de cara al impacto emocional que sufren. Expertos y colaboradores de Mooiza, compañía española especializada en el bienestar de perros y gatos, nos dan las claves para resolver con éxito este traumático momento.
Desde la reforma del Código Civil de 2022, los animales dejaron de ser considerados "cosas" para ser reconocidos seres sintientes, por lo que en un divorcio o ruptura, más allá de la titularidad, los jueces y abogados deben valorar su bienestar. "Ahora las medidas sobre convivencia y cuidados deben formar parte de las sentencias de divorcio, tratándose a las mascotas como un hijo más a efectos de guarda y custodia, régimen de visitas y reparto de gastos", explica Belén Alonso Díez, socia de Díez Varanda Abogados (Sevilla). Por eso hoy se valoran aspectos como horarios laborales, facturas veterinarias, testimonios de vecinos o incluso fotografías para acreditar quién está en mejores condiciones de garantizar el bienestar del animal. En cuanto a las soluciones más habituales, Alonso señala que "si hay hijos menores, la mascota suele acompañarlos en el régimen de custodia, y los gastos se reparten proporcionalmente, aplicando por analogía una pensión alimenticia para la mascota". Su consejo clave: "Cuando entra una mascota en la familia, lo mejor es regular por escrito cómo será cuidada en caso de divorcio. Ese es el momento de hacerlo."
"Que las mascotas tengan su espacio en una ruptura supone un avance, igual que ocurre en derecho de familia con otros cambios sociales", añade Joana L. Cunchillos, de Cunchillos Abogados (Pamplona) quien, en base a su experiencia, destaca como problemas aún existentes "la titularidad única de la mascota, esto es, que solo puede estar registrada a nombre de una persona, y esto condiciona sobre todo en momentos como el traslado a otra ciudad o país, donde esta titularidad pesa más". Su recomendación es clara: "echar mano del sentido común. Hay que pensar dónde estará mejor cuidada la mascota y, si es posible, seguir compartiéndola."
El bienestar animal, en el centro
Esta nueva consideración es fiel reflejo de un cambio en el paradigma, que tiende a la humanización de las mascotas, lo que afortunadamente aumenta la preocupación y la responsabilidad del propietario hacia su bienestar. En el caso que nos ocupa, el educador canino Raúl Contreras señala que "los animales perciben el conflicto y los cambios de ambiente antes que nosotros, y ante esto pueden mostrar ansiedad, falta de apetito o comportamientos regresivos", Por eso, recomienda, "es fundamental mantener rutinas, paseos y afecto estables, y en algunos casos contar con apoyo profesional o complementos naturales que les ayuden a calmarse".
Y precisamente para eso existe la gama Zen de Mooiza, marca española de suplementos nutracéuticos específicos para perros y gatos. Formulada con ingredientes naturales que favorecen la relajación y el equilibrio emocional de perros y gatos, ayuda a reducir el estrés, facilitar la adaptación a nuevos entornos y mantener el bienestar general de las mascotas, incluso en etapas de cambio o separación. Algo de enorme relevancia para Imke Marks, fundadora y CEO de Mooiza, "donde creemos imprescindible cuidar no solo su salud física, sino también la emocional. Acompañar a nuestras mascotas en los momentos difíciles también es una forma de amor", argumenta.