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La Federación de Veterinarios de Europa (FVE) ha realizado recientemente una encuesta en línea para analizar cuánto tiempo dedican los veterinarios al trabajo administrativo, y los resultados reflejan una preocupación creciente dentro de la profesión. Entre agosto de 2024 y enero de 2025, 75 veterinarios participaron en el estudio. Ninguno de ...
La Federación de Veterinarios de Europa (FVE) ha realizado recientemente una encuesta en línea para analizar cuánto tiempo dedican los veterinarios al trabajo administrativo, y los resultados reflejan una preocupación creciente dentro de la profesión.
Entre agosto de 2024 y enero de 2025, 75 veterinarios participaron en el estudio. Ninguno de ellos informó haber reducido sus tareas administrativas en los últimos años; por el contrario, el 64 % afirmó que su carga de trabajo se ha duplicado, mientras que otro 29 % señaló un ligero aumento.
Algunas tareas, como la gestión de residuos peligrosos, la documentación de seguros o los registros de cumplimiento normativo, suelen ocupar menos de una hora semanal. Sin embargo, las actividades relacionadas con la prescripción y dispensación de medicamentos resultaron ser las más exigentes, ya que muchos profesionales dedican hasta -o incluso más de- 10 horas a la semana a la documentación y etiquetado correspondientes.
La mayoría de los encuestados también indicó que más de la mitad de su trabajo administrativo no es remunerado, lo que agrava aún más el estrés y la sobrecarga laboral. Entre esas tareas no pagadas se incluyen con frecuencia la gestión empresarial, el cumplimiento normativo y la comunicación con los clientes.
Cuando se les preguntó por posibles soluciones, los veterinarios señalaron principalmente el uso de software de gestión veterinaria y la contratación de personal administrativo como las estrategias más eficaces. También mostraron un amplio respaldo a las herramientas tecnológicas que permitan automatizar la documentación y digitalizar procesos.
El mensaje de los participantes fue claro: la carga administrativa en la profesión veterinaria está aumentando de forma alarmante, y es urgente simplificar los requisitos regulatorios para proteger el bienestar de los profesionales y garantizar la calidad de la atención animal.