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El artículo "Suspected Feline Calicivirus Infection Triggering Ulcerative Oral and Skin Lesions in Cats Following Routine Ovariohysterectomy: A Postoperative Risk Assessment", publicado por la revista Veterinary Medicine and Science, señala que los gatos en periodo postoperatorio se muestran más expuestos a infecciones nosocomiales, como calicivirosis, siendo fundamental actuar de forma ...
El artículo "Suspected Feline Calicivirus Infection Triggering Ulcerative Oral and Skin Lesions in Cats Following Routine Ovariohysterectomy: A Postoperative Risk Assessment", publicado por la revista Veterinary Medicine and Science, señala que los gatos en periodo postoperatorio se muestran más expuestos a infecciones nosocomiales, como calicivirosis, siendo fundamental actuar de forma rápida cuando aparecen los primeros signos. Los investigadores insisten en que unas correctas medidas de bioseguridad ayudar a reducir la incidencia de estos problemas.
El calicivirus felino es un virus altamente contagioso que afecta al tracto respiratorio, aunque también puede causar ulceraciones orales y, en los casos más graves, un cuadro sistémico. La vacuna existente reduce la severidad de la forma clásica de la calicivirosis, pero no impide la infección ni el desarrollo de la forma sistémica.
En las clínicas veterinarias se pueden diseminar rápidamente agentes patógenos, como los calicivirus, causando brotes de infecciones nosocomiales. En el caso particular de este virus, el contagio entre pacientes se puede producir por secreciones respiratorias, saliva o fómites. Por lo tanto, unas inadecuadas medidas de bioseguridad y desinfección, así como la presencia de portadores asintomáticos favorecen estas situaciones.
El objetivo del estudio es describir la sintomatología, la detección y el tratamiento de gatas intervenidas por ovariohisterectomía que sufrieron infecciones nosocomiales por calicivirus en el periodo postoperatorio.
Tratamiento rápido
Los autores destacan que las lesiones iniciales más frecuentes consisten en ulceraciones en la lengua y el tracto respiratorio superior. En estos pacientes, estiman que el tiempo de incubación fue de dos días. De forma consecutiva, un menor número de animales pueden desarrollar lesiones cutáneas, que comienzan al tercer día tras la infección.
No obstante, estas lesiones podrían confundirse con estomatitis crónica (tiene un carácter inmunomediado) o dermatitis bacterianas. Por ello, resulta imprescindible confirmar el diagnóstico de calicivirosis mediante RT-PCR o la detección de anticuerpos séricos. En este estudio, los casos fueron confirmados mediante la detección de anticuerpos. Si bien esta técnica no confirma que la infección sea activa, se deben interpretar los resultados con la sintomatología clínica.
Una vez confirmada la infección por calicivirus, la aplicación de un tratamiento rápido resulta fundamental. Debido a que no existe ningún antiviral específico para esta infección, se debe llevar a cabo un tratamiento de soporte, asegurando la nutrición e hidratación del paciente, así como la eliminación del dolor mediante la administración de fármacos analgésicos y antiinflamatorios. También se debe tener en cuenta que son comunes las infecciones bacterianas secundarias, aplicando antibióticos en aquellos casos en los que sea necesario. En los casos más severos, donde se produce una reacción inmune exacerbada, la administración de glucocorticoides resulta eficaz, ya que ejerce un efecto antiinflamatorio e inmunomodulador.
En el marco de este estudio, la mayoría de los gatos presentaron mejorías al segundo día tras iniciar el tratamiento, logrando la remisión de los signos clínicos en todos los pacientes, ninguno de los cuales presentó el cuadro sistémico de la enfermedad.
Aunque existe vacuna para esta enfermedad, la elevada mutabilidad de los calicivirus hace que no siempre protejan eficazmente al animal, en función del biotipo por el que se vea afectado. Por ello, resulta imprescindible establecer unas correctas medidas de bioseguridad, desinfección y asilamiento en el entorno hospitalario. Especialmente para aquellos gatos que se están recuperando de la cirugía, ya que el estrés al que se encuentran sometidos los hace más susceptibles a las infecciones nosocomiales.
En conclusión, los autores recalcan la importancia de la bioseguridad en las clínicas veterinarias. En caso de que aparezca un brote de calicivirosis, lo más importante es actuar rápidamente una vez se detecten los primeros signos y aplicar un tratamiento de soporte y analgésico que favorezca la recuperación de los pacientes.