El Gobierno británico ha anunciado que todos los perros importados con fines comerciales desde Rumanía hacia Gran Bretaña deberán someterse a pruebas obligatorias previas a la importación para detectar Brucella canis, una enfermedad zoonósica que puede afectar tanto a animales como a personas.

La medida, comunicada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra), supone un avance clave en la protección de la salud pública y animal, y responde a una petición sostenida durante años por la British Veterinary Association (BVA).

Según los datos oficiales, desde 2020 la mayoría de los casos detectados de B. canis en el Reino Unido proceden de perros importados, y aproximadamente la mitad están relacionados con importaciones desde Rumanía. La infección puede transmitirse entre animales y, en algunos casos, a humanos, lo que ha despertado preocupación en la comunidad veterinaria.

El presidente de la BVA, Dr. Rob Williams, celebró la decisión y subrayó su importancia:

"Con el aumento de casos de Brucella canis en los últimos años, esta medida llega en un momento crucial. El test previo a la importación permitirá reducir significativamente el riesgo y proteger la salud tanto de las personas como de los animales", afirmó.

Williams también destacó que la medida se complementa con el Puppy Smuggling Bill, actualmente en trámite en el Parlamento británico, que prevé restringir el traslado de perras gestantes y cachorros, reduciendo así aún más la probabilidad de introducir enfermedades.

La BVA continúa reclamando que se establezcan pruebas obligatorias para otras enfermedades no endémicas en el Reino Unido, como babesiosis, ehrlichiosis y leishmaniosis, antes de la entrada de perros procedentes de países con mayor riesgo sanitario.

El tema de la bioseguridad en las fronteras será uno de los asuntos principales del Congreso BVA, que se celebrará en el London Vet Show el próximo 20 de noviembre, con la participación de expertos como Malcolm Morley (World Horse Welfare), la veterinaria Paula Boyden y Jorge Martín-Almagro, subdirector veterinario jefe del Reino Unido.