Investigadores del CSIC de Sevilla descubren el primer ejemplo de vocalización animal que combina instinto y aprendizaje

Un equipo internacional liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha documentado por primera vez una vocalización animal con componentes innatos y aprendidos, un hallazgo que abre nuevas perspectivas sobre el origen del lenguaje. El estudio, publicado en Nature Ecology and Evolution, identifica en más de 20 especies de aves de distintos continentes una llamada común frente al parasitismo de cría, desafiando la clásica separación entre la comunicación animal y el lenguaje humano.

Estado: Esperando

03/10/2025

Un estudio internacional liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ofrece el primer ejemplo conocido de una vocalización animal que combina componentes innatos y aprendidos. El hallazgo, publicado en Nature Ecology and Evolution, supone la identificación de una vocalización similar en más de una veintena de especies repartidas por ...

Un estudio internacional liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ofrece el primer ejemplo conocido de una vocalización animal que combina componentes innatos y aprendidos. El hallazgo, publicado en Nature Ecology and Evolution, supone la identificación de una vocalización similar en más de una veintena de especies repartidas por el mundo.

Tal y como ha informado la institución en un comunicado, los resultados aportan "una nueva perspectiva" sobre el papel de la selección natural en la evolución de la comunicación vocal y cuestionan la división tradicional entre la comunicación animal y el lenguaje humano.

Según ha explicado el ecólogo evolutivo de la EBD-CSIC y autor principal del estudio, William Feeney: "por primera vez hemos documentado una vocalización que tiene componentes tanto aprendidos como innatos", lo que "podría mostrar cómo las señales aprendidas evolucionaron a partir de llamadas innatas, tal y como sugirió por primera vez Charles Darwin". "Estamos viendo cómo la evolución permite a las especies dar significados aprendidos a los sonidos que ya producen de forma natural", ha destacado Feeney.

De este modo, el equipo científico ha observado que más de 20 especies diferentes de aves de cuatro continentes producen "vocalizaciones casi idénticas", similares a un quejido, cuando detectan la presencia de aves parásitas, como los cucos. Estas especies ponen sus huevos en los nidos de otras aves, "obligándolas" a criar a sus polluelos, a menudo en detrimento de su propia descendencia, han asegurado los investigadores.

Para los autores del estudio, identificar y frenar a estos parásitos supone una clara ventaja evolutiva y se preguntan "por qué distintas especies de aves de lugares tan distantes como Australia, China y Zambia utilizan la misma llamada para identificar a sus parásitos, a pesar de no haber tenido nunca contacto entre sí".

Al hilo de la investigación y para responder a esta pregunta, realizaron experimentos de reproducción de sonidos con el objetivo de evaluar cómo respondían a este tipo de llamadas frente a otras vocalizaciones. Además, llevaron a cabo otros experimentos para analizar cómo reaccionaban los individuos al ver un cuco en comparación con otras especies depredadoras y no depredadoras, han asegurado en la nota de prensa.

ENTRE LO INSTINTIVO Y LO APRENDIDO

En palabras del coautor del estudio y científico del lenguaje en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Damián Blasi, "los resultados mostraron que, al escuchar la llamada, las aves acudían a investigar de manera instintiva y a captar las señales de su entorno aprendiendo a asociar el sonido con la presencia de un parásito". "Es lo que se conoce como transmisión social", ha afirmado el científico.

Por su parte, el coautor principal e investigador posdoctoral en el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (Nueva York, EE UU), James Kennerley, ha indicado que esa capacidad de observar y aprender del entorno no se limita a una reacción inmediata, sino que influye en el comportamiento futuro de las aves. "Es en ese momento cuando las aves aprenden cuándo producir ese sonido en el futuro", ha indicado Cornell.

Los investigadores han afirmado que el hallazgo ofrece nuevas perspectivas sobre el origen del lenguaje aprendido. "Lo fascinante de esta llamada es que representa un punto intermedio entre las vocalizaciones instintivas que a menudo vemos en los animales y las unidades vocales completamente aprendidas, como las palabras humanas", ha señalado William Feeney.

La autores también han descubierto que las especies que producen este tipo de llamada tienden a vivir en áreas con redes complejas, donde las interacciones entre parásitos de cría y sus hospedadores son frecuentes. Según ha contado James Kennerley, "con las aves trabajando juntas para ahuyentar a los parásitos, comunicar cómo y cuándo cooperar es realmente importante, por lo que esta llamada está apareciendo en partes del mundo donde las especies están más afectadas por el parasitismo de cría". El resultado, ha añadido, es que "la evolución de este tipo de vocalización está afectando los patrones de comportamiento cooperativo entre aves en todo el mundo".

De esta manera, según el equipo científico que ha elaborado la investigación, el vínculo entre el sonido innato y la respuesta aprendida por el ave es lo que hace único a este estudio poniendo en cuestión la "división tajante" que tradicionalmente se ha establecido entre la comunicación animal y el lenguaje humano. De hecho, sugieren que "los sistemas de comunicación aprendidos, incluido el lenguaje humano, podrían haber surgido mediante una integración progresiva de componentes instintivos y aprendidos".

Este trabajo ha sido realizado por la Fundación Alexander von Humboldt, Birds Queensland, el British Trust for Ornithology, la Hermon-Slade Foundation, una beca posdoctoral Edward W. Rose en el Laboratorio de Ornitología de Cornell y la Fundación Nacional de Ciencia de EEUU.