Dirigida exclusivamente al tratamiento de los felinos, la clínica veterinaria Tot Cat Clínica Felina lleva prestando sus servicios a estos animales desde hace más de 30 años, cuando Martín Martí Illueca, veterinario y propietario del centro, decidió, junto con su hermano, extrapolar este concepto de clínica. "Cuando nosotros empezamos, la ...
Dirigida exclusivamente al tratamiento de los felinos, la clínica veterinaria Tot Cat Clínica Felina lleva prestando sus servicios a estos animales desde hace más de 30 años, cuando Martín Martí Illueca, veterinario y propietario del centro, decidió, junto con su hermano, extrapolar este concepto de clínica. "Cuando nosotros empezamos, la idea de las clínicas felinas ya estaba en marcha y funcionando muy bien desde hacía unos cuantos años en países como EE. UU. y Reino Unido, por lo que estaba claro que, este concepto de clínica, tarde o temprano, tenía que llegar a España", comenta. No obstante, la 'fiebre gatuna' justo estaba aterrizando en España, de ahí que ambos profesionales pensaran, al menos durante los primeros años, que no se habían decantado por la opción correcta. "Con el paso de los años empezó a extenderse la afición por los gatos y eso permitió que, siendo los pioneros en este tipo de clínicas, todavía estemos aquí después de 32 años de trabajo exclusivo con gatos", señala orgulloso.
Pero trabajar con felinos no es fácil. Sobre todo, respecto al manejo de los animales y la idiosincrasia de los mismos debido, entre otros factores, a su sensibilidad al estrés. "Las principales diferencias son fundamentalmente de manejo. Algo que a priori puede parecer muy simple es, en la práctica, extremadamente difícil. Se han de tener los medios, los conocimientos y las capacidades suficientes para manejar un gato en la clínica y que no nos quedemos en el intento. Porque no todos los gatos nos ponen las cosas difíciles". Eso sí, en caso de toparte con un felino que te quiera poner las cosas complicadas, "puede que todos los intentos de aplicar tus conocimientos en medicina y cirugía para tu paciente se queden, desgraciadamente, en un intento. De ahí que sea tan importante tanto saber qué has de hacer con tu paciente felino, como el plan a seguir con ese paciente en concreto, por sus características individuales". Por eso, es importante no solo tener en cuenta cómo actuar y tratar al felino, sino el entorno de la clínica en sí y cómo adaptar ese espacio físico para garantizar la comodidad y reducir el estrés de los gatos durante sus visitas.
Porque, como nos comenta Martín Martí, el gato es un animal especialmente sensible al estrés y este punto tiene una importancia fundamental a la hora de planificar la distribución de las estancias de la clínica y el diseño de las mismas. Por otro lado, aparte del entorno físico, para el gato va a ser un factor de estrés potencial el personal que lo maneja, con lo que ha de establecerse un protocolo en el manejo de los animales, para tratar de reducir el impacto sobre ellos. "Un personal veterinario y de enfermería bien entrenados en este sentido va a hacer que el gato soporte mejor el estrés clínico. Asimismo, otro tema a tener en cuenta, debido a su relevancia, es que una clínica felina debe contar con dispositivos de feromonas para todas las consultas y ambientes. Por eso, cuando nosotros diseñamos Tot Cat tratamos de imaginarnos qué nos gustaría oír, ver, oler y sentir (y qué no), si fuésemos un gato. Esta herramienta nos ha ayudado a cambiar cosas en la distribución, color, aislamiento acústico, superficies de contacto, etc., y a mejorar otras muchas".
Pacientes complicados
Un proceso que ha llevado su tiempo y su aprendizaje. Porque, tal y como señala Martín Martí, hace años, cuando ellos empezaron, todavía no existía una formación reglada para medicina y cirugía felinas. De ahí que, "a los que nos gustaba la medicina felina, simplemente teníamos que empaparnos de la bibliografía que podíamos encontrar en libros y artículos científicos". En la actualidad, las cosas han cambiado, y mucho, y pueden encontrarse tanto titulaciones oficiales como complementarias para que los profesionales puedan formarse en medicina felina, a nivel nacional e internacional, y con diferentes grados de reconocimiento. "En el equipo de Tot Cat disponemos de personal veterinario con titulación y acreditaciones en medicina felina que garantizan unos estándares de excelencia", matiza.
Si bien los desafíos al tratar con felinos no solo pasan por tener la titulación adecuada. Según apunta este profesional, existen unos cuantos, pero se centra principalmente en dos. "Uno es que el paciente felino enfermo es bastante sutil a la hora de mostrar cambios en las pruebas analíticas y en su estado general. Cuántos de nosotros hemos tenido pacientes felinos con, por ejemplo, una pielonefritis bacteriana que no tienen fiebre, ni alteraciones analíticas y que andan tan campantes por casa como si la cosa no fuera con ellos. Estos gatos suelen venir a nuestro centro porque el cuidador dice que duerme un poco más de lo normal", matiza.
El otro desafío al que hace referencia tiene que ver con que los gatos, por lo general, mantienen unos rasgos menos domésticos que los perros. Eso hace que, aunque sepas de qué enfermedad se trata y qué tratamiento debe recibir el animal, haya que pensar mucho en cómo se lo vas a dar, "para que de la teoría pases a la práctica de manera exitosa. Y es más, cuantos menos intentos hagas, mayor es la probabilidad de éxito, porque el número de intentos es indirectamente proporcional a la posibilidad de éxito en el tratamiento de los felinos. Los gatos aprenden y toman nota de nuestros errores".
Entre esas enfermedades o problemas de salud
más específicos de los felinos, muchas de ellas tienen que ver con aquellas que están asociadas, en su gran mayoría, a grupos de edad. "Así, a edades tempranas, solemos tratar en nuestra clínica todo tipo de enfermedades relacionadas con procesos infecciosos como retrovirus, herpesvirus, calicivirus y coronavirus. También enfermedades parasitarias como endo y exoparásitos que, aunque menos frecuentes que en ámbitos rurales, la prevalencia en zonas urbanas es notoria". Pero conforme los gatos van haciéndose mayores, lo normal es encontrarse con otro tipo de patologías, "que van desde enfermedades endocrinas hasta las tumorales, etc. En la etapa sénior nos encontramos, sobre todo, con enfermedades metabólicas relacionadas o no con problemas endocrinos subyacentes y, en especial, con temas que afectan a la función renal y al aparato locomotor, como la osteoartrosis", finaliza Martín Martí. Y si a medida que los gatos van creciendo y cumpliendo años las enfermedades van cambiando, también lo hacen las tendencias de salud felina, así como las demandas de los propietarios de estos animales. "Las tendencias en patologías felinas han cambiado y, en buena medida, eso está condicionado a que cada vez hay más información sobre la prevención de las mismas", apunta.
Una información que, por ejemplo, es utilizada por los laboratorios para fabricar dietas bien balanceadas y también terapéuticas. De tal manera que los veterinarios, con esos conocimientos, puedan aconsejar mejor a los cuidadores, además de que los cuidadores, en las últimas décadas, están más comprometidos con la salud de sus animales domésticos. "Creo que esa cadena es la que ha conseguido que la supervivencia de los gatos, en general, haya aumentado casi el doble desde los años 90. Entonces era muy frecuente sondar a un gato por tapón mucomineral de estruvita semanalmente, mientras que ahora me cuesta recordar cuál fue el último gato que sondé. Sin embargo, era difícil encontrar gatos con signos físicos y radiológicos de OA y, en la actualidad, la prevalencia de esta enfermedad es muy alta, debido al aumento de la esperanza de vida".
Colaboración estrecha
En este sentido, la cuestión no es solo disponer de herramientas o tecnologías que sean especialmente útiles en la atención veterinaria de los felinos, ya que, muchas veces, lo que se encuentran los veterinarios en el paciente felino son los problemas de accesibilidad a determinadas partes del cuerpo. Por ello, la necesidad de contar con instrumental específico y de pequeñas dimensiones que permitan acceder a zonas que con instrumental convencional no es posible ni resulta fácil abordar. "No es lo mismo acceder a la cavidad retrofaríngea de un Pastor Alemán de 25 kg que a la de un gato de 2,5 kg. La cavidad nasal también supone un reto dado su pequeño tamaño y requiere rinoscopios muy delgados con canales de trabajo muy estrechos. En resumen, la aparatología e instrumentación han de ser acordes a animales de pequeño tamaño, algo parecido a lo que pasa en pediatría humana", puntualiza Martí. Por eso en Tot Cat Clínica Felina no es que dispongan y ofrezcan servicios únicos que no se encuentren comúnmente en clínicas veterinarias generales, al contrario: "Lo que sí nos hace únicos es que nos formamos y nos dedicamos únicamente a ellos, y eso aumenta las probabilidades de éxito en los diagnósticos y tratamientos que les ofrecemos". Aparte de tener las herramientas y el equipamiento adecuados para ese objetivo y de adaptar las instalaciones a este tipo de animales, también es necesario saber cómo manejar los casos de gatos extremadamente nerviosos o agresivos durante las consultas. Porque el porcentaje de felinos con ese perfil no es pequeño, según nos comenta el veterinario, por lo que ser proactivo en ese sentido puede hacer que la consulta felina se llegue a realizar con casi total normalidad. "Hay que tener a un cuidador bien aleccionado en lo que se refiere a la planificación (introducción al transportín, feromonas, traslado, etc.) y el manejo el día de la visita al veterinario. También es bueno conocer de antemano el perfil del gato, ya que eso puede ayudarnos a decidir si ese paciente es candidato a medicarse con anterioridad, para la ansiedad que va a padecer ese día. Nosotros nos encontramos muy cómodos trabajando con gabapentina en esos casos".
Asimismo, cobra especial relevancia el trabajo conjunto entre la labor del cuidador, la premedicación y el trato veterinario especializado en medicina felina, que puede hacer que un gato no explorable en un determinado centro, lo sea en otro. "Quiero añadir, también, que existen casos extremos en los que todo lo dicho anteriormente no sea suficiente para controlar la situación y necesitemos el uso de sedantes en clínica para poder manejar a determinados pacientes".
Una colaboración que va más allá, con el objetivo puesto en brindar una atención integral a los felinos. "En Tot Cat Clínica Felina contamos con el asesoramiento y la opinión de especialistas en materia de nutrición, etología, oftalmología, neurología, dermatología, etc., para dar a nuestros pacientes la mejor experiencia posible, así como el diagnóstico y tratamiento más preciso. Además de contar con nuestros especialistas, cuando el caso lo requiere, también contamos con la colaboración con centros de referencia de nuestra confianza".
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