"El papel de los perros de asistencia en terapias con niños con TEA es fundamental porque proporcionan apoyo emocional, social y físico"

El libro 'Ana y C57, el perro espacial' relata la historia de Ana, una niña con trastorno del espectro autista y su fiel compañero C57, un perro de asistencia que le ayuda a superar obstáculos y a reforzar su autoestima.

15/09/2025

En un claro compromiso por la labor que realizan los perros de asistencia, Elanco Animal Health entregó a su equipo 132 ejemplares del libro Ana y C57, el perro espacial, y donó 10 ejemplares a la biblioteca del recito Pestana Cidadela Cascais - Pousada & Art District, en Portugal. Una ...

En un claro compromiso por la labor que realizan los perros de asistencia, Elanco Animal Health entregó a su equipo 132 ejemplares del libro Ana y C57, el perro espacial, y donó 10 ejemplares a la biblioteca del recito Pestana Cidadela Cascais - Pousada & Art District, en Portugal. Una iniciativa que ha servido, asimismo, de apoyo a la Associacião Ânimas, dedicada a la educación canina de futuros perros de asistencia para acompañar a personas con diversidad funcional en Portugal. Y que, además, ha sido la impulsora de la iniciativa de este libro de apoyo.

Por ello, hablamos con Alejandra González, Head Digital Marketing & Communication de Elanco, y responsable del Programa Dejemos Huella Elanco, para que nos explique qué ha supuesto para la compañía poner en marcha un proyecto como este, en formato libro, cuyo principal objetivo es servir de apoyo y refuerzo para los niños y niñas que sufren TEA. "Impulsamos esta iniciativa, entre otras, para reconocer la labor de los perros de asistencia y el impacto positivo que tienen en la sociedad, pero no es el único formato", aclara González, y añade: "Por ejemplo, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se celebró el pasado 2 de abril, nos unimos a Valencia Club de Fútbol y a DogPoint, asociación que también forma parte del programa Dejemos Huella, en una iniciativa conjunta para concienciar sobre el autismo y reconocer la labor de los Perros de Servicio para Niños con TEA (PSNA). Para ello, antes del inicio del partido de La Liga española de fútbol, que enfrentó al Valencia CF y al R.C.D. Mallorca, menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) salieron al césped acompañados por sus perros de asistencia".

Porque tal y como destaca, la colaboración y el compromiso son valores fundamentales de Elanco. "Desde el programa Dejemos Huella, impulsamos diferentes iniciativas de concienciación y proyectos de acción social, especialmente en el campo de las terapias y educación asistidas con animales de compañía, que benefician a personas con necesidades especiales tanto en España como en Portugal. Gracias al trabajo conjunto con asociaciones, organizaciones y entidades como la Associacião Ânimas, hemos logrado alcanzar metas que, de otra manera, habrían sido inalcanzables", matiza. Cabe señalar que Elanco Animal Health es una empresa de salud animal dedicada a innovar y ofrecer productos y servicios para prevenir y tratar enfermedades en animales de granja y animales de compañía. Por lo que iniciativas como Elanco Healthy Purpose buscan promover la salud de los animales, las personas y el planeta, sensibilizando al tutor sobre la importancia de la seguridad alimentaria mundial y potenciando el vínculo entre las personas y los animales.

Los perros de asistencia y terapia ayudan a mejorar la vida de los menores con autismo gracias al poder del vínculo humano-animal, por lo que los menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) se benefician tanto del soporte de perros de terapia como de perros de asistencia, entrenados para realizar diversas y muy diferentes labores. De hecho, los perros de asistencia tienen como principal objetivo reducir las conductas de fuga, un problema que afecta a casi el 50 % de los niños y niñas con TEA de entre 4 y 11 años. En este sentido, los animales favorecen la autorregulación, mejoran el sueño y aumentan el contacto visual que facilita la relación del menor con su entorno, generando un mejor desarrollo físico y psicosocial. "Cada vez son más las asociaciones que trabajan con animales de asistencia y terapia, llevando a cabo un proceso de educación específica, para que finalmente estos menores puedan disfrutar de los beneficios de esta interacción", concluye la responsable.

Tanto es así que Elanco tiene en marcha el Programa Huellas Elanco, creado en 2021 y que forma parte de la iniciativa Dejemos Huella, cuyo objetivo es contribuir a la socialización y a la formación de perros de terapia o de asistencia que, con su trabajo diario, mejoran la vida de muchas personas. Se trata de una iniciativa de voluntariado interno entre sus empleados para socializar cachorros, en la que se les enseña a relacionarse de forma sana y equilibrada con personas y con otros animales. Además de comportarse de manera adecuada en diferentes entornos, con el objetivo de convertirlos en futuros perros de asistencia que acompañarán de manera constante el desarrollo de niños y niñas con autismo.

C57, el perro espacial y especial

El papel de estos perros de asistencia en terapias con niños con TEA es fundamental, sobre todo, porque proporcionan apoyo emocional, social y físico, ya que están entrenados para ayudar a manejar la ansiedad, mejorar la comunicación y fomentar la interacción social. "La presencia de estos perros puede reducir comportamientos peligrosos y aumentar la sensación de seguridad en situaciones desconocidas o estresantes. Además, a través de la relación con el perro, los niños pueden desarrollar habilidades sociales, mejorar su concentración y su autoestima, lo que favorece tanto a su bienestar como al de sus familias", afirma Alejandra González.

Por ello, en el libro Ana y C57, el perro espacial, el animal juega un papel protagonista. Originalmente, el perro de asistencia se iba a llamar Mabú pero, al final, se decidió llamarlo C57, como si fuese un robot espacial imaginario, pues en el libro se aborda el autismo como una "condición espacial" haciendo un juego de palabras entre "especial" y "espacial". A la vez que se establece un paralelismo entre la inmensidad del espacio y el vasto espectro del autismo. Puesto que Ana, la protagonista del libro, es una niña con TEA amante de todo lo que está relacionado con el espacio, desde naves espaciales y agujeros negros hasta planetas y estrellas. El libro fue escrito por la psicóloga Liliana Carril, ilustrado por Leandro Filho, estudiante de la Escola Secundária D. Maria II de Braga, e impulsado por la Associacião Ânimas, entidad que forma parte del programa Dejemos Huella Elanco. Un cuento ilustrado que no solo está dirigido a un público infantil, sino que busca ir más allá contribuyendo a dar visibilidad al autismo en la sociedad. "Uno de los principales desafíos para las personas con autismo es la falta de comprensión de sus necesidades y comportamientos. En este sentido, la concienciación social contribuye a crear entornos más respetuosos e inclusivos, tanto en las escuelas como en el ámbito laboral y en la vida cotidiana", matiza. Por otro lado, se ayuda a derribar mitos y estereotipos erróneos, como la idea de que las personas con autismo son poco comunicativas o incapaces de interactuar. "La concienciación sobre el autismo no solo beneficia a las personas con esta condición, sino que también fortalece el tejido social, creando una comunidad más diversa, tolerante y comprensiva. Es un paso fundamental hacia una sociedad en la que todos, independientemente de nuestras diferencias, podamos desarrollarnos y participar plenamente".

Y dentro de esa sociedad, en la que todos tenemos cabida, los animales son el centro de la responsabilidad social corporativa de Elanco. En este sentido, por medio del programa Dejemos Huella se quiere reconocer el importante papel que cumplen los perros y gatos en nuestras vidas, tanto por el vínculo afectivo y el apoyo emocional que nos brindan, como por otros roles que desempeñan, ya sean terapéuticos, de seguridad y de rescate. "Dejemos Huella se basa en cinco áreas de actuación -subraya González-: Intervenciones asistidas con animales, perros que salvan vidas, adopción y acogida de animales, compromiso con el bienestar animal y sitios 'pet-friendly'. Nuestra labor solo es posible gracias a la colaboración, cooperación y compromiso de las personas, asociaciones, organizaciones y entidades que forman parte de la familia Dejemos Huella en la que, actualmente contamos con más de 22 entidades colaboradoras". Cabe señalar que el programa Dejemos Huella ayuda diariamente a que miles de personas con algún tipo de necesidad terapéutica, educativa o social, en España y Portugal, tengan una mayor calidad de vida. "A la vez que proporciona soporte a las entidades que desarrollan los programas de terapias y educación asistidas, creados para beneficiar a estas personas, velando por el bienestar animal y construyendo un entorno de respeto y tolerancia".

Más que un compañero

Paralelamente, el Programa Huellas Elanco, que se lleva a cabo gracias a la participación de voluntarios de Elanco de España y Portugal, ayuda y acompaña a distintos cachorros a lo largo de los nueve meses del periodo que corresponde a la socialización, una de las etapas más importantes en la vida del perro. Tras superar este proceso de socialización, los perros son formados y entrenados de manera específica para poder incorporarse a diferentes programas de terapia y educación asistida con perros, o bien como futuros perros de asistencia. Porque, como señalan desde Elanco, "el amor, la entrega y la compañía de los animales nos cambia para bien. Con ambos programas aportamos nuestro granito de arena para generar un impacto positivo en la sociedad, contribuimos en el cuidado y bienestar de los animales y, paralelamente, ayudamos a mejorar la calidad de vida de las personas".

Por otro lado, la Head Digital Marketing & Communication de Elanco afirma que es importante subrayar la diferencia que existe entre los Perros de Asistencia para Niños y Niñas con Autismo (PSNA) y las terapias asistidas con animales. Así, los PSNA viven con el niño o la niña y su familia, siendo parte del núcleo familiar. Además de que "aportan apoyo en diversas actividades cotidianas como paseos, momentos de ocio, ir de compras o facilitar el descanso nocturno, entre otras. No se trata de una intervención puntual, sino de un acompañamiento constante durante el desarrollo del menor", concluye. Hay que destacar, asimismo, que por ley los perros de asistencia tienen acceso público, lo que les permite acompañar al niño o la niña en todos aquellos lugares en los que sea necesario su apoyo para garantizar su seguridad o fomentar su autonomía. "Los niños que tienen un perro de asistencia experimentan un aumento en su seguridad y bienestar, resultando especialmente beneficioso en entornos que generen estrés o ansiedad, como visitas a hospitales y momentos de espera, así como en lugares con muchos estímulos como parques, centros comerciales y playas", matiza. Por ello, es crucial tener en cuenta que uno de los principales objetivos de los perros de asistencia es minimizar las conductas de fuga, un desafío que afecta aproximadamente al 50 % de los niños y niñas con TEA, especialmente entre los 4 y 11 años.

De ahí que el entrenamiento de un perro de asistencia comience mucho antes de que se le enseñen tareas específicas, por lo que la selección delos cachorros es un paso esencial. En este sentido, por lo general, se eligen razas reconocidas por su inteligencia, temperamento equilibrado y capacidad de aprendizaje, tales como el Labrador Retriever, Golden Retriever y Pastor Alemán. "Aparte de que los cachorros deben exhibir cualidades como sociabilidad, curiosidad y confianza". La socialización temprana juega un papel fundamental en el desarrollo de un perro de asistencia, ya que, durante sus primeras semanas y meses de vida, "los cachorros se exponen a una amplia gama de estímulos, incluyendo personas, otros animales, sonidos y diferentes entornos. Este proceso les ayuda a convertirse en perros adultos equilibrados y seguros".

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