"La mayor parte de la pediatría veterinaria se basa en la medicina preventiva"

La salud de perros y gatos comienza a cuidarse desde sus primeras semanas de vida. La pediatría veterinaria, aunque aún no cuenta con una especialidad reconocida en España, es una disciplina clave que abarca desde la medicina preventiva hasta el diagnóstico precoz de patologías congénitas o infecciosas. En esta etapa crítica del desarrollo, vacunas, desparasitaciones, alimentación y socialización se convierten en pilares fundamentales para asegurar un crecimiento sano. Para ello es crucial un seguimiento integral durante el primer año de vida del animal.

05/09/2025

La pediatría veterinaria es una parte de la medicina veterinaria que se enfoca en el cuidado de cachorros y gatitos desde el destete (entre las seis y las ocho semanas de vida) hasta la pubertad, que se produce aproximadamente a los seis meses de edad, aunque puede variar en función ...

La pediatría veterinaria es una parte de la medicina veterinaria que se enfoca en el cuidado de cachorros y gatitos desde el destete (entre las seis y las ocho semanas de vida) hasta la pubertad, que se produce aproximadamente a los seis meses de edad, aunque puede variar en función de la raza. Es, por tanto, un área multidisciplinar que abarca las distintas especialidades veterinarias. Un cachorro puede presentarse en la clínica con enfermedades infecciosas o parasitarias, pero también con enfermedades congénitas endocrinas, cardíacas, digestivas, etc.

"La mayor parte de la pediatría veterinaria que se realiza en la clínica general se basa en la medicina preventiva mediante un buen plan de vacunación, desparasitación, revisiones veterinarias, los análisis oportunos como pueden ser análisis coprológicos para la detección de parásitos y una correcta alimentación, entre otros", destacan Rubén Castro González y Tatiana Calviño Iglesias, especialistas en medicina interna de AniCura Abros Hospital Veterinario, en Orense.

En los nuevos calendarios vacunales, cada vez se recomienda poner más vacunas durante el primer año de vida y se realizan más revisiones a los cachorros y gatitos, con lo que "es posible detectar más enfermedades de forma precoz. Contando con especialistas en las diferentes ramas, estas enfermedades se pueden tratar y manejar con éxito".

Si bien, Castro y Calviño remarcan que en España no existe la especialidad de pediatría como tal, no existe una formación de postgrado, acreditación o diplomatura específica de esta área. "Se realiza a través de la medicina generalista y las patologías más atípicas o complejas se pueden derivar a un especialista de esa rama en concreto", detallan.

Prevención y pautas de vacunación

La prevención en cachorros y gatitos incluyen vacunaciones, revisiones veterinarias (idealmente deberían coincidir con la vacunación), desparasitaciones, una correcta alimentación, una buena higiene y entorno, socialización con otros animales y humanos.

Respecto a la vacunación, los veterinarios responden que el objetivo es proteger a los animales de las enfermedades infecciosas y de sus signos clínicos. La vacunación proporcionará inmunidad individual y colectiva, puesto que, al vacunar al mayor número de perros y gatos posible, se alcanza una inmunidad en torno al 70 -80 % de la población. La inmunidad colectiva da como resultado una menor circulación del patógeno en el ambiente y por consiguiente que se produzcan menos brotes. Es la mejor forma de erradicar la enfermedad.

En el mercado existen varios tipos de vacunas. Las esenciales (core) son aquellas que todos los perros y gatos deben recibir independientemente de su área geográfica y estilo de vida. Aquellas esenciales en el perro son frente a parvovirus canino (CPV), moquillo (CDV) y adenovirus, causante de la hepatitis infecciosa (CAV). Y las esenciales para gatos son contra el parvovirus felino (FPV), herpesvirus-1 felino (FHV-1) y calicivirus felino (FCV). "Mientras que las vacunas no esenciales (no 'core') son aquellas necesarias dependiendo del tipo de vida o área geográfica de los animales". Aquí señalan la vacuna de la rabia, que en España es obligatoria en todas las comunidades autónomas, salvo en Galicia.

También la Leishmania se considera no esencial, pero es recomendable en áreas endémicas de flebotomos. "La de Leptospirosis no es esencial, pero sí recomendable en áreas geográficas endémicas o en aquellos perros que por su estilo de vida tienen un riesgo alto. También la vacunación frente al complejo respiratorio canino se considera no esencial. Existen vacunas individuales (Bordetella bronchiséptica) y vacunas bivalentes (Bordetella- Parainfluenza) (CPiV). Se aconseja la vacunación en perros de colectividades (refugios, protectoras), perros de trabajo (policía, trineos) y perros que se dejan en una residencia", mencionan.

Las vacunas no esenciales para gatos son la de leucemia felina (FeLV), la de Chlamydia felis, la de la peritonitis infecciosa felina (FIP), la de rabia, inmunodeficiencia felina (FIV) (en Japón y Australia) y la de Bordetella bronchiséptica. Según Castro y Calviño, "estas vacunas deberían utilizarse en función de una valoración riesgo/beneficio de acuerdo con los cuidadores en función del tipo de vida del gato (interior, exterior, convivencia con otros gatos, protectoras, criaderos)".

Pauta de vacunación

Se recomienda la vacunación inicial frente a CDV, CAV y CPV entre las seis y ocho semanas de edad, y luego cada dos a cuatro semanas hasta al menos las 16 semanas, tratando de evitar la inactivación por parte de los anticuerpos maternales.

"Los perros que han respondido de manera óptima a la vacunación con las vacunas esenciales mantienen una inmunidad activa durante muchos años sin necesidad de vacunaciones repetidas. Si se administra una vacuna esencial a las 26 semanas la revacunación posterior no debe realizarse más de cada tres años". Asimismo, las vacunas no esenciales también se administran durante el primer año de vida.

Las esenciales para gatos relevantes en todas partes del mundo son aquellas que protegen contra el virus de la panleucopenia felina, herpesvirus-1 y calicivirus. Se recomienda una vacuna trivalente inicial para gatitos entre las seis y ocho semanas de edad, luego de dos a cuatro semanas hasta las 16 semanas de edad o más, con una dosis posterior administrada a las 26 semanas de edad o más. Los veterinarios explican que los gatos que han respondido a la vacunación inicial mantienen una inmunidad sólida frente al virus FPV. La inmunidad individual frente a FCV y FHV es sólo parcial. En este caso la revacunación para gatos de bajo riesgo es cada tres años, mientras que en gatos de alto riesgo puede estar recomendada la vacunación anual.

En las zonas donde la prevalencia de FeLV es elevada se recomienda vacunar a los gatos durante el primer año de vida.

En las visitas de vacunación, deben incluirse revisiones completas del cachorro, incluyendo la anamnesis, el peso y un examen físico completo, para poder detectar posibles patologías, testificar el desarrollo adecuado del animal y asesorar al cuidador en las dudas que pueda tener.

Desparasitaciones

"Los endoparásitos son pequeños organismos, principalmente gusanos (nematodos, cestodos y trematodos) y protozoos (giardia, coccidios, toxoplasma), que viven en el interior del cuerpo del animal, especialmente en el intestino, el corazón y los pulmones. Pueden causar problemas respiratorios, digestivos, desnutrición, etc. Es fundamental la desparasitación regular para proteger al cachorro y prevenir la transmisión a otros animales y zoonosis", señalan. Se recomienda desparasitar a los cachorros con antihelmínticos a partir de las dos semanas de edad, luego cada 14 días hasta dos semanas después del destete y continuar con tratamientos mensuales hasta los seis meses de edad. Y a los gatitos, a partir de las tres semanas de edad, luego cada dos semanas hasta el destete, y continuar mensualmente hasta los seis meses de edad.

Los ectoparásitos incluyen una gran variedad de artrópodos; parásitos que pertenecen taxonómicamente a la subclase Acari (garrapatas y ácaros) y a la clase Insecta (pulgas, piojos picadores y masticadores, flebotomos, mosquitos y moscas).

"Mientras que los parásitos externos pueden causar lesiones cutáneas, inducir una respuesta inmunopatológica, transmitir agentes patógenos, ser zoonóticos o transmitir infecciones zoonóticas interfiriendo en la relación entre humanos y animales. Su control forma parte del mantenimiento de la salud de los animales de compañía", especifican.

La edad de inicio de desparasitación cachorros y gatitos varía en función del entorno del cachorro, de la presencia de otras parasitosis o enfermedades, del peso del animal y del producto elegido. Aunque generalmente se recomienda a partir de las siete u ocho semanas el uso de comprimidos, pipetas o collares.

Alimentación, higiene y entorno

La alimentación de los cachorros y gatitos es fundamental para garantizar un desarrollo saludable y equilibrado. Durante esta etapa, los requerimientos nutricionales son elevados, ya que los cachorros y gatitos están en pleno crecimiento y formación. Así, Calviño y Castro apuntan que "debemos administrar un alimento completo, nutritivo y adaptado a su etapa de vida". Asimismo, la higiene y el entorno de cachorros y gatitos también son cruciales para su salud y bienestar: "Esto incluye mantener su espacio limpio, bien ventilado, proporcionarles camas cómodas y establecer rutinas de higiene como cepillado, cuidado dental, corte de uñas, limpieza de ojos y oídos. También es importante desinfectar y limpiar sus pertenencias. El comedero y bebedero debe de limpiarse todos los días".

Socialización

Otro aspecto que no hay que pasar por alto es ña socialización en cachorros, puesto que es crucial para su desarrollo emocional. Sin embargo, debe realizarse de forma segura y compatible con su calendario de vacunación. Es importante empezar la socialización temprana, idealmente entre las tres y 16 semanas de edad para perros, y las dos-siete semanas para gatitos.

Según los veterinarios, este periodo es muy importante (especialmente en los cachorros huérfanos) para evitar desarrollar patologías comportamentales en un futuro (miedos, ansiedad, agresiones, etc.) Cualquier experiencia que tengan durante este periodo tendrá efectos en su aprendizaje e interacciones a lo largo de su vida, tanto de manera positiva como negativa. "En esta etapa los cachorros deben exponerse a todas aquellas experiencias a las que se enfrentarán en su vida adulta (otros animales, gente, ruidos, viajes, etc.) El hecho de que a estas edades la pauta de vacunación no esté completa siempre es algo que preocupa a los veterinarios. Debemos aconsejar a los cuidadores que hagan exposiciones controladas, haciendo que pasen tiempo con otros animales correctamente vacunados y desparasitados".

Las clases de cachorros son otro buen momento para socializar. En un estudio se evaluó el riesgo de infección de parvovirus en clases de cachorros (con cachorros sanos, correctamente desparasitados, en ambientes limpios e higienizados). De un grupo de 1.012 cachorros no se encontró un incremento en el riesgo de contraer parvovirus en comparación con el grupo que no iba a clases.

Las primeras fases al nacer una mascota

Las etapas en las que se dividen los primeros meses de vida de los cachorros serían la neonatal, desde el nacimiento hasta el destete; la pediátrica, hasta los seis meses; y la juvenil, que, dependiendo de la raza, va desde los seis hasta, aproximadamente, los 18 meses de vida. "Para saber cuándo algo es patológico es necesario conocer cómo es el desarrollo normal. La apertura palpebral suele ocurrir entre los 10-15 días en cachorros y de los cinco a 14 días en gatitos, suelen empezar a responder a sonidos a las dos semanas", contestan.

Entre los rasgos: la temperatura suele afectar profundamente al digestivo de los neonatos, desarrollando íleo cuando esta desciende de los 34,5ºC.

Los dientes deciduos suelen salir entre las dostres semanas en gatitos y las tres-cinco semanas en cachorros. El descenso testicular en cachorros suele producirse entre los 33 a 42 días. El primer celo en gatas suele aparecer entre los cinco y los nueves meses de edad. En las perras es más dependiente del tamaño y raza, variando entre los seis y 24 meses.

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