Detectan por primera vez una rara anomalía cardíaca asintomática en un perro

Una revisión veterinaria de rutina revela una malformación congénita inédita y sin síntomas clínicos en un Pomerania de dos años. Un hallazgo que podría cambiar el enfoque diagnóstico y genético en cardiología veterinaria.

30/07/2025

Un grupo de investigadores coreanos ha documentado por primera vez un caso de seno coronario no cubierto (unroofed coronary sinus, UCS) completamente asintomático en un perro. Se trata de una rara malformación congénita del corazón, apenas descrita anteriormente en la literatura veterinaria, que fue identificada de forma incidental durante una ...

Un grupo de investigadores coreanos ha documentado por primera vez un caso de seno coronario no cubierto (unroofed coronary sinus, UCS) completamente asintomático en un perro. Se trata de una rara malformación congénita del corazón, apenas descrita anteriormente en la literatura veterinaria, que fue identificada de forma incidental durante una revisión de salud rutinaria. El hallazgo, publicado el 30 de julio de 2025 en Frontiers in Veterinary Science, podría tener importantes implicaciones para la detección y estudio genético de este tipo de defectos en animales.

La paciente, una hembra de raza Pomerania de 3,8 kg y dos años de edad, no mostraba signos clínicos ni alteraciones durante el examen físico. Sin embargo, la ecocardiografía reveló una estructura tubular inusual cerca de la aurícula izquierda, así como un flujo continuo hacia la aurícula derecha, lo que motivó un estudio más profundo mediante tomografía computarizada (TC). Esta técnica confirmó un defecto parcial de 3,6 mm entre el seno coronario y la aurícula izquierda, característico del UCS.

Aunque este tipo de defectos son más conocidos en medicina humana y suelen acompañarse de síntomas o malformaciones asociadas, en este caso el animal no presentó ni dilatación cardíaca ni hipertensión pulmonar. Esto sugiere que ciertas variantes de UCS podrían pasar desapercibidas sin afectar inicialmente a la salud del animal, algo hasta ahora no documentado.

Como parte del estudio, los investigadores realizaron una secuenciación completa del exoma (WES) del perro, lo que permitió identificar cuatro variantes genéticas únicas, posiblemente asociadas al desarrollo cardíaco: CEP250, HHEX, CSPG4 y CDK15. Estas mutaciones no se encontraron en otras doce especies analizadas, lo que refuerza su posible papel en el origen del defecto.

El hallazgo resalta la necesidad de emplear técnicas de imagen avanzadas y pruebas genéticas en perros incluso asintomáticos, especialmente si se detectan anomalías menores en las revisiones de rutina. Además, abre la puerta a nuevas líneas de investigación sobre la base genética de las cardiopatías congénitas en veterinaria.

Los autores concluyen que se requieren más estudios y colaboraciones internacionales para comprender plenamente los mecanismos genéticos detrás del UCS y establecer protocolos diagnósticos adaptados a los animales. Esta investigación podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se detectan y abordan las enfermedades cardíacas congénitas en la práctica veterinaria.