Una novedosa investigación realizada por el Royal Veterinary College (RVC) ha aportado nuevos datos sobre cómo se propaga el muermo equino (strangles), una enfermedad altamente contagiosa entre los caballos del Reino Unido. Este estudio representa un importante avance para que propietarios y veterinarios puedan gestionar y prevenir de forma más ...
Una novedosa investigación realizada por el Royal Veterinary College (RVC) ha aportado nuevos datos sobre cómo se propaga el muermo equino (strangles), una enfermedad altamente contagiosa entre los caballos del Reino Unido. Este estudio representa un importante avance para que propietarios y veterinarios puedan gestionar y prevenir de forma más eficaz los brotes de esta devastadora enfermedad equina, mediante intervenciones específicas y protocolos de control.
El muermo equino es una infección grave y muy contagiosa de las vías respiratorias superiores, causada por la bacteria Streptococcus equi (S. equi), que puede afectar a caballos, ponis y burros de todas las razas y edades. Cada año se notifican en el Reino Unido unas 300 infecciones confirmadas por laboratorio, aunque se estima que hay muchos más casos no diagnosticados, lo que representa un riesgo importante tanto para el bienestar animal como para la economía del sector ecuestre.
Para comprender mejor la forma en que se transmite esta enfermedad, especialmente el papel relativo de los portadores a corto plazo (inmediatamente después de la infección) frente a los portadores a largo plazo (infectados meses o años antes), investigadores del RVC, la Universidad de Cambridge, la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas y Redwings Horse Sanctuary analizaron más de 500 muestras de S. equi recogidas en el Reino Unido entre 2016 y 2022. Estas muestras procedían de casos clínicos enviados por veterinarios a laboratorios para confirmar la infección. Las muestras sobrantes se incorporaron a la red de vigilancia del muermo equino y fueron cultivadas en el laboratorio del RVC, donde se extrajo y secuenció su ADN para obtener el código genético completo de cada bacteria.
Mediante una innovadora combinación de secuenciación genómica completa y datos epidemiológicos, el equipo logró rastrear la relación entre cepas y su evolución. Con ayuda de programas informáticos, también siguieron el rastro de cepas genéticamente relacionadas y su propagación entre caballos y regiones a lo largo del tiempo. Gracias a este enfoque, pudieron identificar probables eventos de transmisión y cadenas de contagio.
Principales hallazgos del estudio:
Se detectó un cambio significativo y rápido en la estructura genética de la población de S. equi entre 2016 y 2022 en el Reino Unido. Esto sugiere que, al contrario de lo que se pensaba, los caballos infectados de forma aguda o que acaban de recuperarse (portadores a corto plazo) tienen un papel más relevante en la transmisión que los portadores crónicos.
Se constató una frecuente transmisión entre distintas regiones del país. Casi dos tercios de los pares de transmisión identificados correspondían a caballos de regiones diferentes del Reino Unido. Incluso se observó una cadena de transmisión que se extendió a gran distancia en un periodo de seis meses, afectando a caballos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Este hallazgo subraya la importancia nacional e internacional de los desplazamientos equinos en la propagación de la enfermedad.
La mayoría de las infecciones detectadas se produjeron a partir de caballos con síntomas clínicos evidentes o en recuperación reciente. Esto refuerza la necesidad urgente de aplicar protocolos de cribado tras los brotes para confirmar que los animales están realmente libres de infección, más allá de la desaparición de los síntomas.
El estudio, financiado por The Horse Trust y basado en investigaciones previas del RVC sobre la enfermedad, ofrece implicaciones prácticas importantes para veterinarios y propietarios. Entre sus recomendaciones clave se incluyen el diagnóstico precoz, el aislamiento y la confirmación en laboratorio de la recuperación -en particular, mediante pruebas en la bolsa gutural- antes de asumir que un caballo está libre de infección. También aboga por mejorar los protocolos de bioseguridad y control de movimientos, especialmente cuando los caballos se trasladan entre regiones.
Declaraciones de los autores:
"El muermo equino es una enfermedad difícil y angustiosa para caballos, propietarios, establos y veterinarios. Este estudio demuestra lo fácilmente que puede propagarse en poco tiempo por todo el Reino Unido", explica la Dra. Abigail McGlennon, autora principal del estudio y antigua doctoranda en el Departamento de Patobiología y Ciencias de la Población del RVC.
"Nuestros datos destacan la importancia de aumentar la vigilancia mediante datos epidemiológicos y genómicos, así como la necesidad de aplicar protocolos de cribado tras los brotes para confirmar la ausencia de infección."
Por su parte, Nic de Brauwere, responsable de Bienestar y Comportamiento en Redwings Horse Sanctuary y coautor del estudio, añade:
"Este estudio ha supuesto un avance significativo en nuestro conocimiento sobre la transmisión del muermo. Es muy gratificante ver cómo una investigación de alto nivel puede tener una aplicación práctica directa, ayudando a mejorar la salud equina. Gracias a estos datos, propietarios, establos y veterinarios podrán enfocar mejor los esfuerzos de cribado en las situaciones de mayor riesgo, optimizando recursos y reduciendo la propagación del contagio."