Las infecciones por FHV-1 son muy comunes en los gatos domésticos, tanto que hasta el 97% de los gatos son seropositivos a FHV-1, y se considera a este virus el responsable del 45% de las infecciones del tracto respiratorio superior felino (TRSF).1,2 A menudo, estas infecciones producen

CH/QCH recidivantes aprovechando un sistema inmune defectuoso o ineficaz frente a este virus. La curación contra el FHV-1 no es posible, ya que una vez ha infectado al paciente, coloniza los ganglios nerviosos donde se oculta, en forma latente, del sistema inmune. El paciente se vuelve entonces portador del FHV1. Los cuadros de CH/QCH cursan con una marcada hiperemia conjuntival, quemosis y secreción ocular de serosa a purulenta. La primera vez que un gato sin contacto previo con el FHV-1 se infecta, necesita de 2 a 3 semanas para resolver los signos clínicos.

En cambio, si se trata de una reactivación desde una infección latente, el tiempo necesario para la curación clínica suele ser variable, pero en general es más corto.

Cuando la CH/QCH se encuentra activa, el tratamiento con antivirales tópicos y/u orales está recomendado (Tabla 1).

Si existe riesgo de infección bacteriana o cuando se sospecha la infección concurrente con bacterias se administran antibiótiocos tópicos. (p.e. Oxitetraciclina o Cloramfenicol en colirio 4-6 veces/día). Si en la citología conjuntival se detectan corpúsculos intracelulares compatibles con una infección por Chlamydophila felis, el tratamiento de elección será la doxiciclina 10 mg/kg/día po al menos 4 semanas3, para el paciente y todos los gatos que convivan con él.

A menudo los propietarios reclaman del consejo veterinario para evitar las reactivaciones del FHV-1 y evitar las molestias y visitas asociadas a este hecho. Buscando una respuesta a esta reclamación encontramos en la literatura científica varios estudios que llamaron nuestra atención.

Así, en 2007 se demostró que la suplementación con el probiótico FortiFlora® incrementaba de forma significativa los niveles de los linfocitos CD4+ en gatitos, mientras que los niveles de IgA anti-FHV-1 en suero y saliva aumentaban de forma numérica.4 Y en 2009, se realizó un estudio sobre el efecto de FortiFlora® en dos grupos de gatos (tratados vs. placebo) infectados con FHV-1. Se encontraron diferencias significativas y los gatos suplementados con FortiFlora® tuvieron menos conjuntivitis o éstas fueron de menor calibre en comparación con sus compañeros del grupo placebo.5

Durante los 6 meses previos a la suplementación con FortiFlora® los gatos siguieron diversos tratamientos con interferón alfa u omega tópicos, así como diversos suplementos con lisina. No viendo una clara mejoría en los pacientes se decidió iniciar el tratamiento crónico durante 4 meses con FortiFlora® (1 sobre al día, i.e. 1x1012 UFC de SF68®). Durante este periodo de suplementación no se permitieron otros tratamientos.

Los tres gatos que completaron el estudio fueron evaluados diariamente por sus propietarios siguiendo la escala conjuntival mencionada anteriormente. Los resultados de dicha evaluación muestran una notable mejoría tras el tratamiento con FortiFlora® (Tabla 2) que pudimos comprobar durante las visitas de seguimiento (Figura 2b). Ninguno de los gatos mostró signos gastrointestinales asociados al tratamiento con FortiFlora®. Los gatos se tomaron el suplemento sin problema alguno durante todo el tratamiento. Los propietarios encontraron que era fácil de administrar y que había valido la pena seguir el tratamiento crónico. De hecho el gato 3 ha seguido con el suplemento (llevando a día de hoy más de 6 meses tomándolo).

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