Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, Davis, ha revelado que el uso de infusiones controladas por objetivo de butorfanol, un opioide comúnmente empleado en anestesia veterinaria, puede empeorar la función cardiovascular en gatos anestesiados con isoflurano, incluso ...
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, Davis, ha revelado que el uso de infusiones controladas por objetivo de butorfanol, un opioide comúnmente empleado en anestesia veterinaria, puede empeorar la función cardiovascular en gatos anestesiados con isoflurano, incluso cuando este reduce la concentración mínima alveolar (MAC) del anestésico inhalatorio.
El trabajo, liderado por el Dr. Bruno Pypendop y su equipo, evaluó a seis gatos machos adultos, que fueron sometidos a diferentes concentraciones plasmáticas de butorfanol (0, 1.1 y 2.2 μg/mL), con y sin el uso de atropina para contrarrestar la bradicardia inducida. Aunque en estudios anteriores el butorfanol mostró eficacia en reducir el MAC de isoflurano hasta en un 68 %, sus efectos sobre la estabilidad cardiovascular en felinos eran poco conocidos.
Los hallazgos fueron preocupantes: el butorfanol provocó una reducción dependiente de la concentración en la frecuencia cardíaca (FC), el índice cardíaco (CI) y el índice de entrega de oxígeno (DO2I). Al mismo tiempo, se observó un aumento del índice de resistencia vascular sistémica (SVRI) y del índice de consumo de oxígeno (VO2I). Estos efectos se manifestaron a pesar de la reducción del isoflurano en los animales, lo que sugiere que el beneficio de disminuir el anestésico inhalado no compensa los efectos secundarios del opioide a nivel cardiovascular.
En el estudio, un gato que recibió 4.4 μg/mL de butorfanol sin atropina desarrolló una bradicardia severa (67 lpm) y una hipotensión extrema (35 mmHg), y tuvo que ser eutanasiado tras no mostrar recuperación neurológica. Esto llevó a los autores a suspender futuras pruebas con esa dosis, así como las sesiones sin atropina, debido al alto riesgo para los pacientes.
Aunque se utilizó atropina para prevenir la bradicardia, los investigadores concluyeron que no fue efectiva para mantener la frecuencia cardíaca deseada (150 lpm) ni para evitar la caída del índice cardíaco. Esto pone en duda la utilidad clínica de esta combinación y plantea preguntas sobre el mecanismo del butorfanol, un agonista kappa y antagonista mu, frente a opioides puros mu como el alfentanilo, cuyos efectos en gatos son distintos.
Los autores también registraron salivación excesiva y falta de apetito en todos los animales tras la anestesia, efectos probablemente derivados tanto del butorfanol como de la atropina, conocidos por su impacto sobre la motilidad gastrointestinal felina.
Este estudio, aunque limitado por el número de animales y su naturaleza experimental, aporta información crucial para los veterinarios clínicos: el uso de butorfanol en infusión controlada durante anestesia con isoflurano puede provocar depresión cardiovascular grave en gatos, con riesgo de bradicardia severa y colapso hemodinámico, incluso con dosis moderadas y uso de atropina.
Aunque se trata de un fármaco de uso común por su perfil analgésico moderado y sedante, estos resultados sugieren que su administración debe ser cuidadosamente valorada en felinos, sobre todo en contextos donde ya existe compromiso cardiovascular.
El estudio fue financiado por el Center for Companion Animal Health de UC Davis (Grant 2021-3-F) y aprobado por el Comité Institucional de Cuidado Animal. Sus autores han manifestado su disposición a compartir los datos sin restricciones para su validación y análisis.