El colapso laríngeo en perros braquicéfalos: frecuente, grave y a menudo subestimado

Un nuevo estudio revela que más del 80% de los perros intervenidos por el síndrome braquicéfalo presentan algún grado de colapso laríngeo, aumentando significativamente el riesgo de complicaciones posoperatorias.

16/05/2025

El colapso laríngeo es una complicación progresiva y potencialmente grave del síndrome braquicéfalo (BOAS, por sus siglas en inglés), un trastorno común en razas de hocico corto como los bulldogs franceses, los pugs o los bóxers. A pesar de su frecuencia, hasta ahora existía poca información actualizada sobre su prevalencia, ...

El colapso laríngeo es una complicación progresiva y potencialmente grave del síndrome braquicéfalo (BOAS, por sus siglas en inglés), un trastorno común en razas de hocico corto como los bulldogs franceses, los pugs o los bóxers. A pesar de su frecuencia, hasta ahora existía poca información actualizada sobre su prevalencia, gravedad y consecuencias clínicas.

Un reciente estudio retrospectivo realizado por un equipo veterinario en Estados Unidos ha analizado 80 casos de perros braquicéfalos intervenidos quirúrgicamente por BOAS entre 2018 y 2022, con el objetivo de evaluar la prevalencia y severidad del colapso laríngeo y su posible asociación con complicaciones perioperatorias.

Los resultados aportan datos esclarecedores y, en algunos casos, preocupantes.

Más frecuente de lo esperado

Del total de perros evaluados, un 81,25% presentaba algún grado de colapso laríngeo. En concreto, el 57,5% tenía un colapso de grado I (eversión de los sáculos laríngeos), el 16,25% presentaba un colapso de grado II (colapso de los cartílagos cuneiformes), y el 7,5% mostraba un colapso de grado III (colapso de los cartílagos corniculados), el estadio más grave.

Solo un 18,75% de los pacientes no presentaba signos visibles de colapso laríngeo.

La escala utilizada fue la clasificación de Leonard, que permite categorizar la progresión del colapso en tres etapas en función de las estructuras afectadas. La laringe, sometida a una presión negativa constante por las dificultades respiratorias, va cediendo progresivamente hasta comprometer seriamente el flujo de aire.
¿Son los bulldogs franceses más propensos?

Aunque los bulldogs franceses representaron el 53,75% de los casos incluidos en el estudio -lo que coincide con su creciente popularidad como mascotas-, los datos no mostraron una relación significativa entre la raza y la presencia o severidad del colapso laríngeo.

Esto contradice la hipótesis inicial de los autores, que esperaban encontrar una mayor incidencia de colapso avanzado en esta raza. Según los investigadores, este hallazgo podría explicarse por el bajo número de individuos con colapso de grado III, lo que limita la potencia estadística para detectar diferencias entre razas.

Aun así, la elevada presencia de bulldogs franceses en la muestra refleja una tendencia en la clínica diaria: el BOAS y sus complicaciones afectan especialmente a las razas seleccionadas por una morfología extremadamente braquicéfala.

Mayor gravedad, más complicaciones

Uno de los datos más relevantes del estudio fue la fuerte asociación entre la gravedad del colapso laríngeo y la aparición de complicaciones posoperatorias.

Los perros con colapso de grado III presentaron un riesgo significativamente mayor de desarrollar complicaciones graves, como necesidad de oxigenoterapia prolongada, traqueotomía temporal, neumonía por aspiración o incluso muerte. De hecho, tres de los cuatro perros que necesitaron traqueotomía temporal tenían colapso de grado III.

En total, el 31,25% de los perros operados presentaron alguna complicación en el periodo posoperatorio inmediato, siendo las más frecuentes el regurgito, la necesidad de oxígeno, la tos o el empeoramiento de los signos respiratorios. El análisis estadístico confirmó una correlación significativa entre el grado de colapso y la severidad de las complicaciones (p < 0.0009).

Este dato pone de relieve la importancia de identificar el colapso laríngeo de forma precoz y considerar su impacto en el pronóstico quirúrgico.
Procedimientos quirúrgicos y su impacto

En cuanto a las técnicas quirúrgicas aplicadas, la mayoría de los pacientes fue sometida a una combinación de alarplastia, estafilectomía y sacculectomía laríngea. No se encontró una relación entre el tipo de intervención y la aparición de complicaciones, lo que sugiere que el factor determinante no es el abordaje quirúrgico en sí, sino la condición laríngea previa a la cirugía.

Este hallazgo también invita a reflexionar sobre la controversia en torno a la utilidad de la sacculectomía. Estudios previos habían asociado esta técnica a mayores tasas de complicaciones; sin embargo, en este caso, la sacculectomía fue ampliamente realizada (95% de los perros con sáculos evertidos) y no se pudo establecer una relación causal directa con el desarrollo de complicaciones.

Implicaciones clínicas y recomendaciones

Este estudio aporta evidencia sólida de que el colapso laríngeo es una complicación común y relevante en perros con BOAS que requieren cirugía. Además, confirma que a mayor gravedad del colapso, mayor riesgo posoperatorio, lo que debería formar parte integral de la información proporcionada a los propietarios antes de la intervención.

La detección del colapso laríngeo requiere una exploración laríngea bajo sedación, y su identificación debería ser parte del protocolo prequirúrgico en todos los pacientes braquicéfalos. En aquellos con colapso de grado II o III, es fundamental reforzar la monitorización posoperatoria, prever posibles complicaciones respiratorias graves, y valorar incluso la posibilidad de derivación a centros con cuidados intensivos disponibles.

Asimismo, el estudio invita a seguir investigando sobre el valor pronóstico del colapso laríngeo en el largo plazo y la necesidad de enfoques quirúrgicos adicionales para los casos más avanzados.