El pasado domingo 27 de abril, Motril vivió una jornada muy especial gracias a Adopta Fest, el primer festival local dedicado a fomentar la adopción de animales. Desde primera hora del mediodía, la Plaza del Mayoral se transformó en un auténtico paraíso perruno, con música, actividades, premios y, sobre todo, ...
El pasado domingo 27 de abril, Motril vivió una jornada muy especial gracias a Adopta Fest, el primer festival local dedicado a fomentar la adopción de animales. Desde primera hora del mediodía, la Plaza del Mayoral se transformó en un auténtico paraíso perruno, con música, actividades, premios y, sobre todo, muchos peludos buscando una segunda oportunidad.
El evento, impulsado por la Taberna El Pulpo, el Ayuntamiento de Motril y las incansables voluntarias de la perrera municipal, fue un reclamo de empatía y amor por los animales. Quien se acercó a curiosear, acabó quedándose horas, y más de uno salió con un nuevo compañero de vida.
Los verdaderos reyes del Adopta Fest fueron sin duda los perros en adopción. Algunos llegaban algo tímidos, otros desbordaban energía, pero todos compartían una mirada de esperanza. Durante la jornada, los visitantes pudieron conocerlos de cerca, acariciarlos, jugar con ellos y charlar con las voluntarias que los cuidan a diario.
Muchos de estos animales llevan meses, incluso años, esperando una familia, y este tipo de eventos les permite salir de las jaulas por un rato y mostrarse tal como son: nobles, alegres, leales y, sobre todo, muy merecedores de un hogar.
Es importante mencionar que varios de los allí presentes aprovecharon el momento para informarse sobre temas fundamentales como los cuidados veterinarios, la alimentación adecuada para sus mascotas o el proceso de adopción responsable. Incluso se resolvieron dudas frecuentes sobre vacunación, desparasitación o primeros auxilios, gracias a los consejos compartidos por los expertos de la clinica veterinaria en Granada Armilla.
Desde que arrancó el festival, no hubo un solo momento de aburrimiento. La programación estuvo pensada para que toda la familia encontrara su espacio, desde los más pequeños hasta los más veteranos.
Uno de los grandes momentos del día fue la ya famosa Pasarela de Perritos Abandonados, donde varios canes desfilaron acompañados por voluntarios. Fue una auténtica pasarela de ternura, que hizo reír y emocionar a partes iguales.
Además, se realizaron rifas solidarias con premios aportados por negocios locales y patrocinadores, hubo talleres educativos, zonas de juegos y hasta pintacaras para los peques.
Y como no podía faltar el buen ambiente, los DJs David Beltrám y Karretera y Manta pusieron la banda sonora perfecta a esta jornada tan especial.
Fuente: Pixabay
Una y otra vez, tanto la concejala Susana Peña como la voluntaria Yolanda Lorenzo quisieron destacar el trabajo vital que realizan los voluntarios de la perrera. Son ellos quienes, día tras día, cuidan de los animales, les dan cariño, los sacan a pasear, les buscan hogar y no pierden la fe.
Cabe señalar que detrás del Adopta Fest hubo muchas semanas de organización, llamadas, gestiones, carteles, redes sociales, y todo con un solo objetivo: dar visibilidad a los animales abandonados y recordar que adoptar salva vidas.
Susana Peña agradeció públicamente a todas las personas y entidades que hicieron posible el evento, así como a los motrileños y motrileñas que se acercaron a conocer esta bonita iniciativa.
En los días previos al evento, se celebró un concurso en Instagram que animó a los amantes de los animales a compartir fotos y vídeos de sus mascotas con los hashtags #AdoptaFest y #peludosmotril. El objetivo era dar visibilidad al festival y al mismo tiempo celebrar el vínculo tan especial que tenemos con nuestros amigos peludos.
Durante el acto se entregaron los premios a las publicaciones más creativas, emotivas o divertidas. Hubo regalos para los ganadores, aplausos del público y muchas sonrisas.
Adopta Fest no fue únicamente un éxito de participación, igualmente dejó claro que Motril quiere ser una ciudad más amiga de los animales. No hay más que ver cómo respondió la gente, cómo los comercios apoyaron, cómo los niños se implicaron o cómo muchas personas, al terminar el evento, preguntaban cuándo sería el próximo.
No todos los perros encontraron familia ese día, pero muchos comenzaron su camino hacia una. Y lo más importante: se plantó una semilla en la conciencia colectiva. Porque adoptar no solo cambia la vida de un animal, también transforma la nuestra.
Y aunque el festival terminó, su espíritu sigue muy vivo. Son muchos los que se fueron con una idea clara: todos podemos aportar algo. Adoptando, acogiendo temporalmente, difundiendo, donando, o simplemente acercándonos a la perrera para dar un paseo y un rato de cariño a quienes más lo necesitan. Al final, cada gesto cuenta. Lo que empezó como una celebración, se ha convertido en el inicio de una red de apoyo más fuerte, más unida y, sobre todo, más consciente del valor de los peludos en Motril.
Fuente imagen portada: Pexels