Vivir en el campo y tener mascotas aumenta el riesgo de padecer Lyme, según una revisión de 200 estudios

Una revisión científica alerta de que la exposición a garrapatas, más común en zonas rurales y entre quienes tienen contacto habitual con la naturaleza, incrementa de forma significativa el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme, una dolencia infecciosa compleja y de difícil diagnóstico.

30/04/2025

Residir en zonas rurales, tener mascotas, practicar actividades al aire libre, dedicarse a la agricultura, pesca o ganadería y vivir en el norte de España son algunos de los factores de riesgo asociados a la enfermedad de Lyme, según una revisión de más de 200 estudios realizada por la Fundación ...

Residir en zonas rurales, tener mascotas, practicar actividades al aire libre, dedicarse a la agricultura, pesca o ganadería y vivir en el norte de España son algunos de los factores de riesgo asociados a la enfermedad de Lyme, según una revisión de más de 200 estudios realizada por la Fundación SOS Lyme con motivo del Día Mundial del Lyme, que se celebra el 1 de mayo. Todos estos factores están relacionados con el riesgo de picadura de garrapatas, cuya población se multiplica en primavera.

Las personas que viven en zonas rurales tienen un 36% más riesgo de sufrir Lyme, según este análisis. "Este riesgo es más acentuado si se trabaja en la silvicultura, la agricultura y la ganadería debido a su exposición frecuente a los hábitats de las garrapatas. Estas ocupaciones suelen implicar períodos prolongados en áreas boscosas o cubiertas de hierba donde prevalecen las garrapatas del género Ixodes ricinus", explica el doctor Mariano Bueno, presidente de la Fundación SOS Lyme y director de Biosalud Day Hospital.

También las actividades recreativas, como el senderismo, la acampada y la pesca en áreas propensas a las garrapatas contribuyen al riesgo de contraer la enfermedad de Lyme. Estas actividades suelen realizarse en entornos naturales donde abundan las garrapatas, especialmente durante las temporadas de mayor actividad, como la primavera.

La propiedad de mascotas se asocia con una mayor probabilidad de encontrarse con garrapatas y desarrollar la enfermedad de Lyme con una picadura. Los hogares con mascotas tienen 1,83 veces más riesgo de encontrar garrapatas arrastrándose sobre ellos y 1,49 veces más riesgo de encontrar garrapatas adheridas a los miembros de la familia en comparación con los que no tienen mascotas, según una de las investigaciones analizadas. Tener gatos incrementa un 11,1% en la probabilidad de contraer la enfermedad de Lyme. "La explicación de que los gatos presenten más riesgo de Lyme para las personas que los perros se atribuye a que, si les deja sueltos, suelen deambular más lejos, tienden a cazar pequeños roedores, y es menos probable que los propietarios usen la prevención de garrapatas, tanto con collares como exámenes detallados", indica el doctor Mariano Bueno.

El norte de España es la zona con más hospitalizaciones por Lyme de todo el país, según uno de los estudios analizados, publicado el pasado noviembre en Ticks Tick Borne Diseases, lo que los investigadores atribuyen a la mayor propagación de ninfas y adultos de garrapatas, en concreto de la especie Ixodes Ricinus. En el norte de España, el clima templado y húmedo, especialmente en zonas como la Cordillera Cantábrica, permite que las ninfas Ixodes ricinus permanezcan activas durante todo el año, lo que aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad de Lyme, especialmente en zonas rurales y montañosas.

Enfermedad de Lyme, la gran imitadora

La enfermedad de Lyme es una patología infecciosa y multiorgánica que se transmite sobre todo a través de la bacteria Borrelia burgdorferi, que suelen transmitir garrapatas y otros insectos. Si no se aplican las medidas de contención temprana puede derivar en un Lyme crónico y grave, que puede ser letal. Los principales síntomas de la enfermedad de Lyme son el eritema migrans, dolor de cabeza, de cuello y de garganta, otros dolores en músculos y articulaciones, fiebre y escalofríos, fatiga y pérdida de apetito, inflamación de las glándulas, problemas neurológicos y cardiacos, trastorno en la vista y molestias hepáticas. Estos síntomas se parecen a los de otras enfermedades, por lo que a la enfermedad de Lyme se le conoce como la gran imitadora.

"Se ha demostrado que muchos pacientes diagnosticados con fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades autoinmunes tienen su origen en la enfermedad de Lyme", explica el doctor Mariano Bueno. Una vez confirmado el diagnóstico clínico de Lyme y realizados los análisis de sangre seleccionados en cada caso por un médico experto, "es importante aplicar un tratamiento lo antes posible para que la enfermedad no avance y destruya o debilite el sistema inmune. Para ello, se utilizan diferentes tratamientos que pueden llegar a frenar e incluso curar la enfermedad, desde antibióticos a procedimientos avanzados, como la INUSpheresis, que elimina las toxinas en el organismo con un sistema de filtrado del plasma sanguíneo, la terapia fotodinámica endovenosa laser, la hipertermia corporal y la Terapia de Inducción Iónica Papimi", comenta el doctor Bueno.

Para advertir sobre los riesgos de las garrapatas, la Fundación SOS Lyme ha puesto en marcha la campaña SOS Garrapatas, a la que se han sumado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Colegio de Veterinarios de Zaragoza. Incluye materiales divulgativos para la población y formación para profesionales sanitarios y veterinarios sobre cómo actuar ante la picadura de una garrapata y evitar que la enfermedad de Lyme se convierta en crónica.

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