Un estudio revela que las tortugas como mascotas viven de media solo 7 años pese a su potencial centenario

Una nueva investigación del Real Colegio Veterinario (RVC) ha revelado anomalías en el pico, clavos crecidos y anomalías de concha como los trastornos de salud más comunes que afectan a tortugas, terrapins y tortugas en el Reino Unido.

21/04/2025

Como el estudio más importante de su tipo, esta investigación identifica varias áreas clave en las que se puede mejorar el bienestar de estos animales y destaca la importancia de una mayor concienciación tanto entre los propietarios como en los equipos veterinarios para garantizar la protección de estas especies. Las tortugas ...

Como el estudio más importante de su tipo, esta investigación identifica varias áreas clave en las que se puede mejorar el bienestar de estos animales y destaca la importancia de una mayor concienciación tanto entre los propietarios como en los equipos veterinarios para garantizar la protección de estas especies.

Las tortugas terrestres, acuáticas y galápagos, conocidas colectivamente como especies de quelonios (chelonia), han sido históricamente importadas en grandes cantidades al Reino Unido. Sin embargo, hasta ahora existían pocas investigaciones sobre estas especies como animales de compañía, lo que ha derivado en muchos casos en un alojamiento inadecuado y cuidados incorrectos. En estos entornos, pueden sobrevivir, pero no prosperar.

Aunque muchos propietarios las consideran mascotas de bajo mantenimiento, las tortugas, en particular, acuden con frecuencia a las consultas veterinarias con problemas de salud. Por ello, un equipo del programa VetCompass del Royal Veterinary College (RVC) analizó registros clínicos anónimos para obtener datos sobre las especies atendidas, los trastornos diagnosticados y su mortalidad.

De las 2.040 chelonias incluidas en el estudio, el 94,26% eran tortugas terrestres, el 3,63% galápagos (terrapins) y el 2,11% tortugas marinas. Las especies de tortuga más comunes fueron la tortuga de Hermann, la tortuga rusa (Horsfield) y la tortuga sulcata (de espolones africana), mientras que entre los galápagos destacaron la tortuga almizclera y la deslizadora de vientre amarillo.

El estudio identificó que los problemas de salud más frecuentes en tortugas fueron anormalidades en el pico, sobrecrecimiento de uñas y deformidades en el caparazón. En el caso de los galápagos, las alteraciones más comunes también estaban relacionadas con el caparazón. La mayoría de estos trastornos son visibles externamente, lo que facilita su detección y diagnóstico. Sin embargo, suelen estar asociados a un manejo inadecuado, aunque también pueden relacionarse con enfermedades internas más difíciles de identificar.

Gracias a su evolución, los quelonios han desarrollado una gran capacidad para ocultar signos de enfermedad, por lo que esta investigación subraya la importancia de controles veterinarios anuales y una mayor concienciación de los propietarios para lograr diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos.

Durante el periodo analizado, se registró la muerte del 9,90% de los quelonios incluidos en el estudio. A pesar de que algunas especies pueden alcanzar los 100 años de vida, la edad media de fallecimiento fue de solo 7,32 años, lo que sugiere que muchos de estos animales mueren prematuramente.

La Dra. Jessica May Hornby, veterinaria especialista en animales exóticos y autora principal del estudio, declaró:

"Esta investigación nos ha proporcionado una base sólida para empezar a entender qué están viendo los veterinarios en la práctica clínica y así tener una idea más clara del estado de salud de las poblaciones de quelonios. Ya no solo se tienen perros y gatos como mascotas, por lo que estos datos son vitales para saber en qué aspectos necesitan más apoyo y formación tanto los veterinarios como los propietarios, y asegurar que estos pequeños seres brillantes reciban la atención veterinaria que merecen. Muchos de ellos deberían estar viviendo más que nosotros."

El Dr. Dan O'Neill, profesor asociado de Epidemiología de Animales de Compañía en el RVC y coautor del estudio, añadió:

"Como propietario de tres tortugas desde hace más de 25 años, estos resultados me han reafirmado en la importancia de una nutrición adecuada, ejercicio suficiente y protección contra posibles depredadores para que estos animales especiales puedan alcanzar su impresionante potencial de vida centenaria."