El Gobierno de los Países Bajos ha anunciado que reforzará el cumplimiento de su legislación sobre bienestar animal tras descubrirse que múltiples asociaciones de criadores permiten la reproducción de perros con enfermedades genéticas, una práctica ilegal que pone en riesgo la salud de los animales y sus crías. La revelación ha ...
El Gobierno de los Países Bajos ha anunciado que reforzará el cumplimiento de su legislación sobre bienestar animal tras descubrirse que múltiples asociaciones de criadores permiten la reproducción de perros con enfermedades genéticas, una práctica ilegal que pone en riesgo la salud de los animales y sus crías.
La revelación ha sido fruto de una investigación del programa de periodismo de datos Zembla, que analizó los reglamentos de 25 asociaciones de razas caninas en el país y concluyó que ninguna de ellas cumple con los estándares legales establecidos por la Ley de Bienestar Animal (Wet Dieren) y el Decreto sobre la Tenencia de Animales (Besluit Houders van Dieren). Las infracciones afectan a razas que sufren displasias de cadera y codo, epilepsia y otros trastornos hereditarios.
La Autoridad Neerlandesa de Seguridad Alimentaria y de Productos de Consumo (NVWA, por sus siglas en neerlandés) ha calificado los hallazgos de "muy graves" y ha anunciado que tomará medidas directas contra los criadores implicados. "Vemos que estas normas de cría violan la ley. Lo consideramos muy serio", afirmó la veterinaria Susan Hoogendoorn, portavoz de la NVWA.
Aunque los reglamentos de cría en teoría prohíben la reproducción de perros con enfermedades hereditarias graves, en la práctica se sigue permitiendo criar con ejemplares que presentan formas leves de esas mismas patologías, algo que también está prohibido por la normativa neerlandesa. Esta permisividad responde, en parte, al temor de reducir en exceso el tamaño de la población reproductora, lo que pondría en peligro la diversidad genética. "Si se excluyen demasiados animales, la población se vuelve demasiado pequeña", explicó el neurólogo veterinario Paul Mandigers.
Asociaciones como la del Drentsche Patrijshond, el Mastín o el San Bernardo permiten la cría con perros afectados por displasia leve o moderada. Pero los expertos alertan de que esta práctica está contribuyendo a una alta prevalencia de enfermedades genéticas en los perros de raza pura del país. "Más de la mitad de los diagnósticos que vemos en nuestra clínica tienen un origen genético", aseguró Hille Fieten, profesora asociada de genética clínica veterinaria en la Universidad de Utrecht.
Incluso la Raad van Beheer, el Club Canino Nacional de los Países Bajos y único organismo autorizado para emitir pedigríes oficiales, tolera la cría con animales portadores de trastornos genéticos, según desvela la investigación. La NVWA ha iniciado conversaciones con la entidad, pero hasta el momento no han ofrecido declaraciones a Zembla.
La NVWA ha dejado claro que los criadores son responsables legales de garantizar que los animales utilizados en reproducción estén libres de enfermedades genéticas. "Iremos directamente a visitarles", advirtió Hoogendoorn.
La emisión televisiva de Zembla, titulada "El fin del perro de raza: quince años después", ha reabierto el debate sobre los límites de la cría selectiva y ha puesto sobre la mesa la necesidad de reformar las prácticas de cría canina para anteponer el bienestar animal a los intereses genéticos o estéticos. La NVWA ha reiterado su compromiso para hacer cumplir la ley y erradicar prácticas que comprometan la salud de las mascotas y sus futuras generaciones.