La resistencia a los carbapenémicos en la cadena alimentaria, un riesgo creciente en Europa

La EFSA alerta sobre la presencia de bacterias resistentes a carbapenémicos en alimentos, con riesgo potencial para la salud pública.

15/04/2025

Las bacterias productoras de carbapenemasa, que hasta hace poco se consideraban un problema exclusivo del ámbito hospitalario, están siendo detectadas ahora en animales de producción y productos alimentarios en toda Europa. Así lo revela el último dictamen científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre la presencia y ...

Las bacterias productoras de carbapenemasa, que hasta hace poco se consideraban un problema exclusivo del ámbito hospitalario, están siendo detectadas ahora en animales de producción y productos alimentarios en toda Europa. Así lo revela el último dictamen científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre la presencia y propagación de Enterobacterias productoras de carbapenemasas (CPE, por sus siglas en inglés) en la cadena alimentaria de la UE y los países de la AELC.

Aunque no hay pruebas concluyentes de que estas bacterias se transmitan a los humanos a través de los alimentos, se han encontrado cepas idénticas en animales y personas, lo que sugiere una posible vía de transmisión entre ambos.

Las CPE son bacterias que producen enzimas capaces de inactivar los antibióticos carbapenémicos, utilizados para tratar infecciones humanas graves. La resistencia a estos fármacos representa una amenaza importante para la salud pública, ya que limita drásticamente las opciones terapéuticas disponibles.

Principales hallazgos del informe

El dictamen, que actualiza el de 2013 y analiza datos hasta febrero de 2025, se basa en información aportada por países de la UE y la AELC, con colaboración del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Entre las conclusiones más destacadas:

    Las CPE se han detectado en la cadena alimentaria de 14 de los 30 países de la UE y la AELC desde 2011.

    Las bacterias más frecuentes son E. coli, Enterobacter, Klebsiella y Salmonella, mayoritariamente procedentes de animales terrestres de producción (cerdos, bovinos y en menor medida, aves de corral).

    Se ha registrado un aumento de casos en cerdos, vacas y aves, con picos significativos en 2021 y 2023 en varios Estados miembros.

    Solo 10 de los 30 países han desarrollado planes de contingencia para controlar e investigar este tipo de bacterias.

 Recomendaciones clave de la EFSA

Para prevenir o reducir la presencia y propagación de estas bacterias resistentes, la EFSA propone:

    Ampliar la vigilancia a otras fuentes alimentarias aún no monitorizadas (como mariscos o vegetales), e incluir otras especies bacterianas como Klebsiella.

    Mejorar los métodos de detección, realizar estudios retrospectivos (trace-back) y aplicar técnicas de tipificación molecular para comprender mejor las rutas de transmisión, incluido el papel de trabajadores y piensos.

    Diseñar estudios dirigidos que ayuden a entender cómo se propagan estas bacterias a lo largo de la cadena alimentaria.