Práctica clínica en su sentido más amplio. La que engloba medicina, cirugía e imagen, pero también anestesia, análisis clínicos y necropsias, entre otros. Eso es la docencia que el Hospital Clínico Veterinario Complutense ofrece no solo a los alumnos del Grado en Veterinaria de la Complutense, sino también a los de otras universidades españolas e internacionales a través de convenios que, en palabras de la directora del hospital, Consuelo Serres, "permiten a muchos alumnos cursar parte de sus estudios y realizar las prácticas que les correspondan en nuestro hospital". "De igual modo –prosigue Serres– disponemos de un programa de estancias profesionales que permiten que los veterinarios realicen estancias formativas especializadas en el centro".

Estándares de calidad

En el hospital, igual que en el grado, no se da una mayor cuota a determinados casos, técnicas o abordajes, ya que tal y como dice Serres, "el veterinario debe salir muy bien formado en todas las técnicas diagnósticas y quirúrgicas, de la misma manera que debe conocer todas las especies animales". Una  amplitud de miras que no quita que el hospital cuente con el factor tiempo como límite. "Desde nuestro punto de vista, los estudios en Veterinaria son muy amplios y es muy complicado introducir toda la materia en solo cinco años, de ahí que llevemos varios años solicitando a los organismos competentes que se amplíen al menos un semestre más", explica Serres.

Según esta, el binomio universidad-centro hospitalario en el caso de veterinaria "no es importante, es  imprescindible, ya no solo por normativa (que también), sino por sentido común". Y lo justifica: "Gran parte de las salidas profesionales de esta carrera son las clínicas, ya sea de grandes animales, de animales de compañía o exóticos, y sin un aprendizaje práctico sería complicado dotar al mercado laboral de unos graduados bien formados". "Que el hospital sea universitario y los profesores docentes, a su vez, profesionales clínicos, especialistas y punteros en investigación es algo fundamental para mantener unos estándares académicos de calidad", prosigue su directora.

Y al margen del estudiante, ¿qué valor añadido representa la existencia de hospitales universitarios veterinarios para el paciente y su propietario? "Para el paciente, la innovación e investigación desarrolladas en ellos hacen que exista una permanente actualización de conocimientos y técnicas, mientras que para el propietario, la disponibilidad de múltiples especialidades a la hora de atender a sus animales es un hecho destacable", apunta Serres, quien añade asimismo que uno de los aspectos mejor

valorados por los propietarios es "la tranquilidad y confianza que les da observar cómo el profesional que está atendiendo a su animal explica a los alumnos el problema que tiene su mascota. Es algo que les transmite mucha seguridad."

Competencia internacional

Preguntada acerca de si la formación universitaria se orienta lo suficientemente hacia la práctica, tecnificación y competencia internacional de los profesionales veterinarios, Consuelo Serres responde afirmativamente. "De hecho, hemos alcanzado el puesto 39 del ranking Quacquerelli Symonds (QS), que no está nada mal", apunta. Pese a ello, se muestra crítica: "Sin embargo, podría hacerse mejor ya que, como he comentado anteriormente, desde nuestro punto de vista tener un año completo más en el grado sería lo ideal, aunque sabemos que es complicado conseguirlo, pero si por lo menos nos concedieran la ampliación de un semestre ya sería un gran avance".

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