IM VETERINARIA #11

82 im veterinaria y por el resto de pacientes y fa- miliares. El encuentro se produ- ce en un espacio creado para ello, en la entrada principal del hospital, y consta de una habi- tación acristalada, con vinilos (para preservar la intimidad), que cuenta con sofás y buta- cas, por si algún familiar quiere acompañarles; agua y camas para los perros; una solución hidroalcohólica para lavarse las manos, y chuches para los ani- males, para positivar su buen comportamiento. En definitiva, una sala confortable tanto para el paciente como para la mas- cota, además de diáfana, por lo que se puede realizar una correcta limpieza y desinfección de la misma, uno de los puntos importantes a nivel higiénico. “A nivel veterinario, se intentaqueel encuentro sea seguropara laspersonas y para las mascotas. Es decir, tratamos deminimizar el riesgo de trans- misiónde procesos infecciosos y de parásitos”, destaca Jordi Masip. Unproyecto coste cero La iniciativa Dogspital ha supuesto coste cero para el sistema sa- nitario, ya que todo el proceso se ha puesto en marcha gracias a la colaboración altruista de diferentes empresas. Además de la participación del Colegio de Veterinarios de las Islas Baleares y del Club Deportivo Agility Eivissa, las empresas que también han contribuido al desarrollo de este proyecto han sido el Grup So- ler, que trabaja con el hospital y que se encargó de hacer la habi- tación acristalada; Grafitek, que puso los vinilos; De Casa, que proporcionó los pañuelos que lle- van los perros, y Purina, que ha donado las chuches con las que se agasaja a las mascotas. “También tratamos de fomentar que el perro se encuentre en una situación más agradable, porque hay que tener en cuenta que se le lleva a un entorno que no es el suyo, por eso se le premiaconestas chucherías por subuencomportamiento” , afirma la doctora Merino. La repercusión de esta original actividad ha motivado que otros hospitales de otras Comunidades Autónomas se hayan puesto en contacto con el equipo de Dogspital para interesarse por él. “He- mos recibido solicitudes de otros centros hospitalarios para que les expliquemos enqué consiste el proyecto y cómo se hapuesto enmar- cha. En el resto de las Islas Baleares quieren ponerlo enmarcha, pero no tenemos más noticias sobre ello. También hemos sabido de otras iniciativas similares, concretamente en algún hospital de Madrid, en el que están favoreciendo la visita a los pacientes de sus mascotas”, concluye la coordinadora de la USP. Y tanta repercusión está te- niendoque el proyectoha sidogalardonado en los premios nacio- nales de la Fundación Amigo del Perro. “Tratamos de fomentar que el perro se encuentre en una situación agradable” Solicitudde la visita En general, la mayoría de los pacientes que están ingresados en el Hospital Can Misses pueden acogerse a esta iniciativa, excepto, obviamente, aquellos que por su enfermedad no puedan despla- zarse a la sala habilitada para estas reuniones, los pacientes que están aislados, los pacientes que sean inmunodeprimidos o los que el médico considere que no puede ser visitado. En el caso de aquellos que tienen la opción y están interesados en la visita de su mascota deberán solicitar la activación del protocolo a través de su enfermera. Después de que el médico dé su visto bueno, el perro deberá cumplir una serie de requisitos de higiene, vacunación y desparasitación. En este punto se cuenta con la colaboración de las diez clínicas veterinarias que se han adheri- do a la iniciativa Dogspital que, de manera altruista, revisan al animal y certifican que cuenta con dichos requisitos. Únicamente se les cobra el coste de las vacu- nas y antiparasitarios. “El protocolo sanitario consta de un chequeo inicial dentro de los diez días previos a la visita para verificar que no hay presencia de parásitos, infecciones cutáneas y que la condición higiénica de la mascota es adecuada. También debe disponer de las vacunasanualesde rabiayhexavalente, así comodesparasitación in- ternayexternaconcaráctermensual. El perrodeberáesperar tresdías a realizar la visita al hospital” , señala Jordi Masip. El siguiente paso es la visita por parte de los educadores caninos y monitores que conocerán el entorno del animal y le acompa- ñarán en su visita al hospital, con el objetivo de que se habitúe a ese nuevo espacio. Durante este proceso, las distintas fases se do- cumentan en un “pasaporte canino”, en el que quedan reflejados todos estos parámetros y por medio del cual se atestigua que el perro está en condiciones de acudir al centro hospitalario. Los pe- rros (cuatro, hasta el momento) que participan en estas visitas van ataviados con un pañuelo blanco al cuello con el logotipo Dogs- pital, para que sean identificados por todo el personal del hospital

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