IM VETERINARIA #11

63 im veterinaria y a la diseminación de la enfermedad. La monitorización durante seis años de los parámetros clínicos e histopatológicos en animales infectados con una combinación de L. infantum y saliva de la mosca que actúa como vector ha aportado nueva evidencia relativa a la persistencia del parásito en los ganglios linfáticos, bazo y piel en animales que hanmantenido un estado subclínico a lo largo de ese periodo. Hallazgos A los seis años de la infección, los síntomas más frecuentemen- te observados en la enfermedad subclínica fueron la linfoade- nopatía, en el 50% de los animales, y las patologías de la piel y conjuntivitis, en el 25%. Se encontraron ausentes los signos típicamente asociados a la enfermedad, como la oncogrifosis, la palidez de mucosas y la caquexia. En la evaluación hematológi- ca y bioquímica el estado subclínico se caracterizó por un perfil de anemia normocrómica normocítica, presentando el 50% de los animales valores de hemoglobina inferiores a los normales y el 67% niveles bajos de hematíes y de hematocrito. El 25% y el 33% presentaron leucopenia y linfopenia, respectivamente, mientras que la trombocitopenia, de otro modo común en la LVC, ocurrió solo en el 17%. Aunque el nivel de creatinina fue normal en todos los animales, las concentraciones de urea mos- traron ser elevadas en el 67%. También los parámetros hepáticos se vieron alterados, con elevaciones de las transaminasas ALT y AST en el 50 y en el 33% de los animales, respectivamente. En ninguno se observó elevación de proteína total o de globulinas o reducción de albúmina, dos rasgos de otro modo caracterís- ticos en la diagnosis de la LVC. A nivel histológico se observó la presencia de un moderado infiltrado inflamatorio crónico pleo- mórfico linfoplasmacítico en las orejas del 83% de los animales. El 42% presentó folículos linfoides atróficos en el ganglio popli- teal. En esta localización también se observó frecuentemente plamacitosis y eritrofagocitosis. La desorganización de la pulpa blanca del bazo ocurrió solo en el 25% de los animales, mien- tras que en el 67% de la población examinada se constató la presencia de infiltrado inflamatorio periportal hepático y gra- nulomas, tanto en el espacio periportal como en el parénqui- ma. En la cuantificación de la carga parasitaria mediante PCR cuantitativa en estas localizaciones anatómicas y en la piel se determinó la presencia de L. infantum , predominantemente en los ganglios linfáticos y, en el 58% de los animales, también en el bazo y en la piel. La evaluación inmunológica reveló la presencia de niveles de- tectables de inmunoglobulina (ig) G anti-Leishmania en el 58% de los animales. En la comparación entre animales no infec- tados y natural o experimentalmente infectados, con signos subclínicos, se constató que los grupos infectados exhibieron niveles más bajos de ALT, albúmina, TNF-alfa, creatinina, CXCL1, interleucina (IL)-2 e IL-8, y mayores niveles de IL-10, IL-8, IL-6 e IFN-gamma. Por otra parte, las concentraciones de IL-5, IL-7 y globulinas fueron menores en los animales nunca infectados o infectados experimentalmente. En comparación con los ani- males no infectados, ambos tipos de infección se asociaron a mayores niveles de IFN-gamma, IL-6 e IL-18 y menores de IL-8, CXCL1, IL-2 y TNF-alfa. Interpretación Considerando los diversos grados de infección y manifestacio- nes clínicas observados en el tejido linfoide y en la piel de los animales infectados, se puede inferir que el perfil patológico, inmunológico y clínico es similar al observado en animales in- fectados naturalmente y con síntomas subclínicos. Dado que hasta ahora seguía existiendo debate acerca de cuál es el pa- pel de la población subclínica en la persistencia de la infec- ción, la constatación de que el parásito se encuentra presente en áreas de la piel que no presentan lesión aparente en una elevada proporción de los animales (al menos el 41%), sugiere que estos tienen la capacidad de transmitir el parásito a espe- címenes todavía no infectados a través de la mosca que actúa como vector de la enfermedad. Fuente: Abbehusen, M.M.C et al. Clinical and immunopathological findings during long term follow-up in Leishmania infantum experimenta- La linfoadenopatía es uno de los síntomas más frecuentes en la enfermedad subclínica La ausencia de oncogrifosis, palidez de mucosas y caquexia caracteriza la leishmaniasis subclínica Signos clínicos Número Porcentaje Estados nutricionales 1 8% Alopecia 3 25% Onicogrifosis 0 0 Color de la mucosa 0 0 Esplenomegalia 0 0 Linfadenopatía 6 50% Conjuntivitis 3 25% Más de un signo clínico 4 33% SIGNOS CLÍNICOS OBSERVADOS EN PERROS INFECTADOS EXPERIMENTALMENTE POR L. INFANTUM SEIS AÑOS DESPUÉS DE LA INFECCIÓN

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