IM VETERINARIA #11

43 im veterinaria acreditado en dermatología de AVEPA, y ha sido presidenta de GEDA, entre otras muchas labores como la docente. Su principal interés se centra en las enfermedades del sistema urinario, en las alergias y las enfermedades de origen endo- crino, y ha impartido conferencias en congresos nacionales e internacionales, publicando artículos y capítulos de libros sobre Medicina Interna y Dermatología Veterinaria. “En los úl- timos años, se han incrementado significativamente en las uni- versidades y en empresas numerosos programas de formación en dermatología, a través de títulos propios, seminarios y más- teres que están teniendo mucha aceptación, por el gran interés que tiene la dermatología para los veterinarios de animales de compañía. Considero que en el ámbito de la dermatología ve- terinaria estamos a un nivel equiparable al de los países más avanzados de nuestro entorno, con mucho interés por parte de los veterinarios generalistas, y con un grupo de veterinarios ex- pertos cada vez más numeroso, que asegura el mantenimiento de un nivel muy elevado en este área de la clínica”. Patologías Según nos cuenta Maite Verde, las patologías cutáneas más frecuentes son los cuadros pruriginosos y las patologías que cursan con pérdida de pelo, las alopecias en ge- neral, ocupando un lugar absolutamente prepon- derante los cuadros alérgicos de diversos oríge- nes. Desde su experiencia, “estacionalidad o medio rural versus urbano no son factores que discriminen de forma importante patologías cutáneas. Sí hay patologías que se caracterizan por sintomatología estacional, o procesos contagiosos propios de haber mantenido contacto con animales salvajes, pero la gran mayoría son de presentación a lo largo de todo el año con variaciones, y se dan de formamuy similar en las ciudades y en el campo”. En cuanto al diagnóstico, en la mayoría de los ca- sos, se puede realizar con pruebas muy sencillas y asequibles a cualquier clínico, que no han va- riado en los últimos años. “Si bien es verdad que se han ido incorporando para diagnósticos especí- ficos nuevas técnicas más precisas, como el uso de PCR en el diagnóstico de micosis y otros agentes microbianos, test para la detección de procesos de origen ge- nético, pruebas de inmunohistoquimica, técnicas que permiten marcar receptores celulares para categorizar neoplasias, etc. Pero en torno al 80% del diagnóstico se puede realizar con unas pruebas básicas planteadas de forma sistemática y una biopsia interpretada por un anatomopatólogo especializado en derma- tología”, puntualiza la doctora Maite Verde. Por lo que se refiere al tratamiento en dermatología, desde su punto de vista, “lo más interesante en los últimos cinco años han sido las investigaciones sobre los mecanismos patogénicos del prurito, las moléculas implicadas, y el desarrollo de fármacos para inhibir o bloquear moléculas responsables de la trasmisión de la sensación de picor (oclacitinib) de acción muy rápida y sin los efectos secundarios de otros fármacos; o los anticuerpos mo- noclonales bloqueadores de la activación de IL-31 (lokivetmab) que permiten una alternativa mucho más cómoda y eficaz para los perros con dermatitis atópica”. Avances La Dra. Maite Verde nos recuerda que la mayoría de las patolo- gías diagnosticadas tienen pronostico bueno, en el sentido de que no ponen en peligro la vida del paciente, pero muchas de ellas tienen como base procesos inflamatorios crónicos para toda la vida, lo que supone que hay que estar en permanen- te vigilia para que no se desequilibren, lo cual puede resultar tedioso y económicamente costoso para el propietario, que puede acabar sucumbiendo al proceso. A pesar de ello, es optimista ya que “en los últimos 5-6 años hemos asistido al lanzamiento de productos magníficos para el control de las enfermedades alérgicas, que son muy numerosas, en forma de comprimidos sin apenas efectos secundarios, y en el último año a terapias de aplicación mensual que permiten con- trolar durante más de cuatro semanas el picor con gran seguri- dad para el paciente, lo cual está contribuyendo a modificar los marcos en los que nos movemos en los planteamientos terapéu- ticos generales de los cuadros alérgicos”. Antes de despedirnos, la dermatóloga quiere transmitir que, si bien abordar en la clínica diaria un caso de patología cutá- nea es asequible para cualquier veterinario, también es im- portante hacerlo adecuadamente, lo que significa aplicar un protocolo de diagnóstico sistemático incluyendo las pruebas laboratoriales y no solo los ensayos de respuesta a la terapia. Pues de esta última forma es poco probable que encontre- mos la causa del problema. “La dermatología es una parte de la clínica que precisa de poco equipamiento para el diagnóstico, pero precisa de estudio y sistemática en los protocolos. Así que si a un veterinario no le gusta la dermatología, o no sabe cómo enfocar los casos, su cliente le agradecerá que lo remita a otro compañero que lo pueda resolver en menos tiempo y de forma más precisa”.

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