IM VETERINARIA #10

49 im veterinaria “El conocimiento de la biología de las células tumorales está dirigiendo la lucha contra el cáncer” entendido que se está trabajando en una segunda generación de estos anticuerpos ”. En el país americano también está disponible otra vacuna para el linfoma canino de células B (Merial), aunque todavía no se puede comprobar su e cacia porque los estudios están en vías de desarrollo. “ También contamos con vacunas terapéuticas an- titumorales. Laprimeraque se aprobó estaba indicadapara el uso del melanoma oral en perros (Oncept, Merial), y diversos estudios han demostrado resultados cuanto menos contradictorios y son necesarios ensayos bien diseñados para obtener conclusiones vá- lidas sobre su e cacia ”. Esta vacuna todavía no está disponible todavía en Europa. El tratamiento inmunoterapéutico que sí que se encuentra disponible en nuestro continente es Oncept IL-2 (Merial), indicado para sarcomas asociados a puntos de inyección del gato en combinación con cirugía y radioterapia para aumentar el tiempo libre de enfermedad. Los ejemplos dados por la doctora en Veterinaria demuestran que los avances son numerosos y que los primeros pasos ya se están dando, “ sin embargo todavía son necesarios más estudios para demostrar la e cacia del uso clínico de los inmunoterapéuti- cos antitumorales existentes en medicina veterinaria”. La comunicación, clave Finalmente, le preguntamos a María Carmen Aceña sobre el momento que vive la especialidad. La veterinaria se muestra clara y asegura que “ la oncología veterinaria, pese a no contar con las opciones de diagnóstico y tratamiento con las que cuen- ta la medicina humana, es una especialidad que se encuentra en auge” . ¿Los motivos? El conocimiento y las nuevas terapias son clave, pero también lo son “ la concienciación de los veterinarios sobre la frecuencia y la importancia del cáncer y su consecuente interés por esta especialidad. Y es que, la mayor y mejor forma- ción de los veterinarios contribuye y contribuirá al desarrollo de la oncología veterinaria ”. Todo ello, sin olvidar el papel que juegan los propietarios de las mascotas, “ quienes están cada vez más dispuestos al trata- miento, llegando incluso a buscar opciones de tratamiento que no se les habían ofrecido”. Sin embargo, para la doctora, lo indis- pensable es una buena comunicación entre veterinario y pro- pietario: “ La disposición al tratamiento es mayor cuando se les explica y entienden bien las opciones tanto de diagnóstico como de tratamiento. En las enfermedades tumorales, dado su matiz de mal pronóstico y las connotaciones negativas de tratamientos como la quimioterapia, es muy importante que se entienda bien que el n del tratamiento es hacer del cáncer una enfermedad crónica con buena calidad de vida” . avances que se han dado en las técnicas diagnósticas y en los tratamientos han supuesto que a día de hoy“ estemos enmayor y mejor disposición de alargar la vida de los animales con una calidadmuy aceptable; de tal manera que podemos considerar el cáncer, en general, como una enfermedad crónica más”. Conocimiento sobre la biología Para llegar a este punto, ha sido indispensable el creciente interés de los veterinarios de animales de compañía por for- marse tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los tumores. “ Además , y a ‘remolque’ de la medicina humana, cada vez se tiene más conocimiento sobre la biología de las células tumorales, es decir, sobre su capacidad de proliferar inde nida- mente, sobrevivir, diseminarse e implantarse en otros tejidos di- ferentes al original y proliferar allí también. Y este conocimiento es el que está permitiendo y dirigiendo la lucha contra el cáncer”, detalla María Carmen Aceña, quien también es acreditada por AVEPA en la especialidad de Oncología y miembro del comité cientí co del grupo de Oncología (GEVONC) de AVEPA desde su formación. Todo ello hace que las principales líneas de investigación se encaminen hacia el estudio de mecanismos como puedan ser la proliferación de las células tumorales, el crecimiento, la diferenciación, la invasión, la angiogénesis o la evasión de la apoptosis . “El objetivo es desarrollar tratamientos dirigidos a bloquear dichos mecanismos y que se conocen, precisamente por esto, como terapias dirigidas contra el cáncer” . Un ejemplo de estas terapias son los inhibidores de las proteínas tirosina quinasa (ITK), las más desarrolladas hasta el momento tanto en medicina humana –con más de 28 registradas–, como en veterinaria, “ donde ya contamos con dos de ellas registradas, la de fosfato de toceranib (Palladia) y masitinib (Masivet )”. Sin embargo, recalca la expresidenta de GEVONC, los trata- mientos más usados “ siguen siendo la cirugía –para tumores sólidos–, la quimioterapia –en casos de neoplasias sistémicas o combinada con la cirugía en tumores de alta capacidad de me- tástasis– y la radioterapia” . En este último caso, el uso de los equipos de radioterapia “ supone un gran avance en el control de los tumores intracraneales, intranasales y en otro tipos tumo- rales en combinación con cirugía” . Inmunoterapia en veterinaria En medicina humana, la inmunoterapia también está ha- ciendo sus avances en oncología, y “ en el caso de la onco- logía veterinaria, también disponemos de esta modalidad terapéutica ”, indica María Carmen Aceña, quien añade que “ se trata de otra forma de terapia dirigida contra el cáncer que utiliza sustancias para activar o inhibir el sistema inmunitario y que éste actúe frente a las células tumorales”. En el campo de la medicina veterinaria ya se han desarrollado anticuer- pos monoclonales para tratar el linfoma canino tanto de células B como T. “ En Estados Unidos están ya comercializa- dos (Aratana Therapeutics) una primera generación, aunque parece que no han resultado ser tan específicos y, por tanto, no han demostrado tanta eficacia como se esperaba. Tengo

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