"Cuidando aspectos propios de la profesión veterinaria mejoramos la salud de la población"

La Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid es una de las más antiguas de esta disciplina. Se fundó como Real Colegio de Veterinaria el 1793 y se convirtió en facultad propiamente dicha en 1943.

17/01/2017

La Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid siempre se ha caracterizado por la enseñanza de contenidos en ciencias veterinarias de calidad. Su decano, Pedro L. Lorenzo González, matiza que hay un “especial énfasis en transmitir conocimientos basados en hechos científicos que permitan adquirir una base muy sólida ...

La Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid siempre se ha caracterizado por la enseñanza de contenidos en ciencias veterinarias de calidad. Su decano, Pedro L. Lorenzo González, matiza que hay un “especial énfasis en transmitir conocimientos basados en hechos científicos que permitan adquirir una base muy sólida para el futuro ejercicio profesional”. Ello se complementa con una docencia práctica vital para que los futuros veterinarios adquieran “las competencias necesarias para contribuir al bienestar de los animales y, por ende, el de la sociedad española”.

Desde 1943, año de establecimiento de la facultad como tal, los métodos han ido variando para adaptarse a la evolución del sistema educativo. En palabras del decano, se ha pasado de “una memorización de conocimientos que imponían los antiguos planes a establecer un marco más flexible, práctico y aplicado”, algo que conlleva una mayor aplicación práctica y se ha llevado a cabo “reduciendo el número de alumnos por aula”. En el año 1981 había un total de 1.400 estudiantes de nuevo ingreso, en cambio en los últimos años ha habido un total de 165.

Además, con el Plan Bolonia se ha favorecido que se pueda ofrecer una educación más personalizada. “Al haber menos alumnos por grupos de seminario y grupos de prácticas, se ha fomentado su participación y su trabajo en equipo”, prosigue Lorenzo, quien añade que “la ratio de profesor-alumno es muy baja (1:4 a 6)”. Toda esta combinación de factores favorece que la Facultad esté entre las mejores en los rankings de facultades de Veterinaria. En el ranking IQS -que lista las universidades en función de su calidad educativa- está en el puesto número 43.

Lorenzo también apunta que “los conocimientos y competencias a desarrollar vienen perfectamente definidos en el plan de estudios y en la rúbrica que cada estudiante debe completar y entregar en cada curso”. De manera general se incide en ejes transversales relacionados con la integración de conocimientos, el trabajo en equipo, la multidisciplinariedad y el correcto manejo de la información. El profesorado de la facultad, que cuenta con una Comisión de Garantía de Calidad en la Docencia, está compuesto por unos 260 docentes.

Para el decano, “el campo de la Veterinaria necesita una especialización mayor a la que existe en la actualidad, pero sin perder la visión de conjunto del animal ni dejar de lado la participación en equipos multidisciplinares”. Cabe recordar, asimismo, que la veterinaria tiene prácticamente todas las especialidades –“con mayor o menor similitud de forma”, matiza Lorenzo- que tiene la medicina para humanos. Además, lamenta que “el grado no tiene espacio suficiente para poder promover una mayor especialización” y por ese motivo alega que se debería alargar la carrera medio año más, pasando a durar cinco años y medio. “Así se alcanzaría el estándar europeo”, subraya.

Otros elementos que pueden llevar a una mayor especialización del graduado son los cursos, másteres o títulos propios. Sin olvidarnos de la movilidad de los estudiantes, que para Lorenzo puede ser un elemento atractivo por las posibilidades que ofrece: “Es una forma de complementar la formación en otras universidades, ya sean españolas, de otros países de Europa o en países extracomunitarios”. En todo este ecosistema, el decano asegura que “el programa estrella es el Erasmus”, a través del que han llegado un total de 50 estudiantes a la facultad, ya sea para un semestre o todo un curso.

Para que los estudiantes puedan realizar su aprendizaje de la forma más práctica, la Facultad de Veterinaria de la Complutense de Madrid cuenta con un conjunto de instalaciones como la Granja Docente, la Planta Piloto de Tecnología de Alimentos o el Hospital Clínico Veterinario de la Complutense. “La facultad participa asimismo en el desarrollo de nuevos fármacos y nuevas vacunas”, prosigue el decano.

El lema de los veterinarios es “hygia pecoris salus populi” (la higiene de los animales mejora la salud de la población). “Por ese motivo –señala Lorenzo- mejorando la salud de los animales a través del ejercicio veterinario es posible beneficiar a la población”, de ahí que se haga especial hincapié en el concepto de “una sola salud”, el cual promulga la importancia de la veterinaria en la salud de los humanos.

Lorenzo destaca que “junto a otras profesiones sanitarias, la veterinaria participa en la prevención y tratamiento de la salud de la población en su conjunto”. Lorenzo González explica que “hay muchas técnicas quirúrgicas en medicina humana cuyos protocolos y procedimientos se han hecho antes en medicina veterinaria”. Un ejemplo es la reproducción asistida, que “antes de ser aplicada en humanos llevaba años haciéndose de forma rutinaria en varias especies animales”, recuerda el decano. “Las ciencias de la salud están conectadas y el flujo puede ir en ambas direcciones; existen técnicas y materiales que anteriormente eran exclusivos de la medicina humana”, prosigue Lorenzo. Un caso claro de esto es la traumatología.

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