Bob, el Golden maltratado que ayuda a las víctimas de violencia de género

Bajo la dirección de Alexia Falcó, el Proyecto Tan Amigos lleva a cabo, en Tarragona, Lleida y Barcelona, una serie de terapias e interacciones en instituciones, asociaciones e, incluso, en familias, con el perro como protagonista principal. De hecho, se centran en programas de ayudas educativas, las llamadas terapias e intervenciones terapéuticas asistidas con animales (TAA).

20/02/2018

Con un equipo interdisciplinar formado por técnicos especializados en terapia asistida con perros, cada uno de ellos con una formación universitaria especializada (ya sea en veterinaria, psicología, educación especial, fisioterapia o máster en unidades caninas), el Proyecto Tan Amigos comenzó su andadura en el año 2003, bajo la batuta de ...

Con un equipo interdisciplinar formado por técnicos especializados en terapia asistida con perros, cada uno de ellos con una formación universitaria especializada (ya sea en veterinaria, psicología, educación especial, fisioterapia o máster en unidades caninas), el Proyecto Tan Amigos comenzó su andadura en el año 2003, bajo la batuta de Alexia Falcó, veterinaria y experta en terapias asistidas con perros. El objetivo era iniciar una serie de interacciones, con apoyo de perros, para personas que lo necesitaban por su situación, enfermedad o discapacidad. En la actualidad, el Proyecto Tan Amigos trabaja en la planificación, desarrollo y realización de programas terapéuticos y educativos con perros, que ponen en marcha en distintas instituciones o asociaciones. "La empresa se puso en marcha hace más de diez años y, sobre todo, nos centramos en terapias de trabajo en residencias geriátricas, en colegios de educación especial, con niños con parálisis o en centros penitenciarios", señala Alexia Piédrola, fisioterapeuta y guía canina. "Este es nuestro día a día", apunta.

Pero un día, concretamente en el mes de abril de 2015, el trabajo "rutinario" cambió por el desarrollo de un proyecto especial: la puesta en marcha de la figura del Perro de Asistencia Judicial en Tarragona. Para ello, se implantó un proyecto piloto, que estaba financiado por la Fundación Affinity, cuyo objetivo era realizar un estudio con diez personas que iban a testificar por casos de violencia de género o de libertad sexual en Tarragona. Cabe destacar que solo en el año 2016, en dicha localidad, se registraron un total de 777 casos de violencia de género o agresión sexual. "Para hacer este tipo de proyectos es necesario que estén tipificados muchos profesionales y, sobre todo, que se dé el visto bueno por parte del equipo judicial. Porque es un ambiente en el que, casi siempre, se tiende a pensar que el perro molesta más que ayuda", subraya Piédrola. El Proyecto Tan Amigos ya había trabajado, anteriormente, con la Fundación Affinity, lo que sirvió de trampolín para que, una vez más, volvieran a confiar en los profesionales y en la labor de los animales para poner en marcha este programa. "La Fundación Affinity nos encargó este proyecto porque ellos no tienen sede en Tarragona. Y hay que decir que salió todo fenomenal, que tanto los psicólogos que trabajan con las víctimas como las mujeres estaban encantadas con el perro, se sentían mucho más seguras", destaca la fisioterapeuta.

Trabajando el vínculo con el perro

Para este proyecto se eligió a Bob, un hermoso Golden Retriever, de edad indeterminada, muy cariñoso a pesar de su mala experiencia anterior (fue un perro maltratado, rescatado de la perrera La Última Llar, en Riudoms, con perdigonazos incrustados), y con unas cualidades excepcionales que hicieron que se convirtiera en el compañero inseparable de las víctimas antes de su declaración ante el juez. Porque el proyecto ha consistido, fundamentalmente, en que las víctimas, antes de ir a declarar al juicio, se preparasen con un psicólogo, que les explicaba, entre otras, cuestiones acerca de cómo se iba a desarrollar el juicio, dónde iba a estar situado el agresor, qué tipo de preguntas les podían hacer, etc. "En todo momento se trataba de conseguir que la víctima no se bloqueara, que no se pusiera nerviosa y pudiera declarar. Y aquí es donde intervenía Bob, que estaba con ellas en toda la sesión que trabajaban junto con el psicólogo hasta que la víctima entraba en el juicio. Luego las esperaba fuera de la sala, las acompañaba al despacho del psicólogo y, posteriormente, a la calle". Una situación en principio sencilla pero que albergaba cierta dificultad. "El mayor obstáculo residía en que el perro está acostumbrado a trabajar con un guía, pero dejar al perro solo, en una sala, con, digamos, dos personas desconocidas, pues al principio era complicado acoplarlo y que no molestara", explica Alexia Piédrola. Para ello, para lograr una atmósfera de confianza entre Bob y esas personas extrañas para él hubo que realizar muchas visitas, con el propósito de canjearse su confianza, y lograr que el perro y el psicólogo se vincularan. "Hay que destacar que el perro, en este proyecto, no hace ningún trabajo en sí, ninguna labor, sino que la idea es que la presencia del perro alivie la tensión y rebaje ese momento de nerviosismo de las víctimas. Se trata de focalizar la atención en el perro, para que las víctimas se olviden de la situación en la que se encuentran y se relajen". Y se consiguió. La mayoría de las mujeres que sabían que Bob iba a estar presente ante el momento de declarar (porque se preguntó a las víctimas si querían participar en este proyecto), lograban abstraerse del ambiente, traían chuches al perro e, incluso, se sentían aliviadas con su presencia. "En algunos momentos el psicólogo llegó a tener celos del perro, porque las víctimas se sentían mucho más aliviadas cuando sabían que iba a estar Bob", comenta risueña la fisioterapeuta de Tan Amigos.

Reducir el estrés y la ansiedad

Actualmente, el Proyecto Tan Amigos cuenta en total con 20 perros, de los que cuatro son mayorcitos y están ya jubilados. Así, junto a la Asociación Carelia, con la que están vinculados y llevan a cabo distintos proyectos sociales, trabajan en alrededor de 40 centros en Barcelona, Lleida y Tarragona. Llegados a este punto, la pregunta es obvia: ¿Qué cualidades deben de tener los animales para ser perros de terapia? Alexia lo resume claramente: "Sobre todo, que sea un perro al que le guste agradar. Es decir, nosotros cuando trabajamos con ellos, que trabajamos el condicionamiento positivo, o sea, los premios, es muy importante que al perro le guste hacer las cosas bien para que se lo reconozcas. Y que esté atento, que le interesen las personas". Por eso no todas las razas son idóneas para ser perros terapéuticos, aunque no es necesario que el perro sea "de pura raza" para poder ser un perro de terapia asistida. "Nosotros tenemos un Golden chocolate que es muy nervioso, de hecho creemos que aún está en la adolescencia", -apunta sonriente Alexia-. "Así que a este perro no podemos llevarlo a terapias en las que necesitemos que esté tumbado tranquilo, que se deje acariciar durante mucho tiempo". Por eso, su trabajo diario con los perros es vital para conocer cuál es el carácter de cada uno de los animales y seleccionar a aquellos que pueden ser susceptibles de ser perros de terapia. "Con Bob lo tuvimos claro. La veterinaria de Tan Amigos lo conocía porque ella trabaja en una perrera y vio desde el principio cómo era y qué carácter tenía. De hecho, Bob tiene más feeling con las mujeres que con los hombres, así que, podemos imaginarnos algo de su pasado", concluye. Y esa afinidad con el género femenino permitió conocer más de su carácter y lo fácil que resultó trabajar con él y "moldearlo". "Nos seguía a todas partes, sin apenas tener que pedirle que lo hiciera", apunta Alexia Piédrola.

Este hecho motivó que fuera el candidato perfecto para protagonizar el proyecto Perro de Asistencia Judicial en Tarragona, junto a la Oficina d´Atenció a la Víctima de Tarragona, dependiente de la Generalitat de Catalunya, y financiado por Fundación Affinity, una entidad con sede en Barcelona que patrocina estudios con animales en diferentes facetas y terapias. La idea básica de este proyecto piloto era analizar el papel de un perro en la terapia con víctimas de violencia machista y tratar de encontrar si existía una relación canina en la reducción del estrés, el nerviosismo y la angustia de las víctimas ante el momento de la declaración judicial. "Nosotros hemos comprobado que hay una relación directa. Sobre todo, porque muchas de estas mujeres nos aseguraban, cuando terminaba el juicio, que se sentían mucho más tranquilas al saber que Bob esperaba fuera de la sala y que habían estado interactuando con él antes de entrar al juicio. Nos decían que el perro les transmitía calma y seguridad"

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