El segundo banco de sangre para animales de Europa se encuentra en Madrid

El Centro de Transfusión Veterinaria de Madrid, que facilita 3.000 unidades de plasma y concentrados de hematíes al año e inició su actividad en 2002, solo tiene por delante al Pet Blood de Reino Unido. Luis Viñals, director del centro, explica que, ante la evolución de la práctica veterinaria, los bancos de sangre para animales facilitan el acceso de las clínicas a donantes y productos terapéuticos especializados.

25/07/2017

En 1965 se publica el primer artículo científico sobre una transfusión sanguínea realizada a un perro. En 1988, se crea el primer banco de sangre en veterinaria de Estados Unidos. En 2002, iniciaba su actividad el primer banco de sangre para animales en España que, en 2006, pasó a denominarse ...

En 1965 se publica el primer artículo científico sobre una transfusión sanguínea realizada a un perro. En 1988, se crea el primer banco de sangre en veterinaria de Estados Unidos. En 2002, iniciaba su actividad el primer banco de sangre para animales en España que, en 2006, pasó a denominarse Centro de Transfusión Veterinario en Madrid al dar el siguiente paso en sus servicios con la obtención de hecomocomponentes caninos.

"Antes solo podíamos ofrecer sangre entera, ahora disponemos de la separación de la misma a concentrados de hematíes y plasma", explica el director del centro, Luis Viñals, que abastece desde entonces a clínicas veterinarias de toda España y a otros países de Europa como Francia, Bélgica, Portugal e Italia. Este año, además, el Centro de Transfusión Veterinario de Madrid fue confirmado como el segundo banco de sangre más grande de Europa, solo superado por el Pet Blood Bank de Reino Unido, que entrega 7.000 unidades de hemocomponentes cada año.

3.000 unidades al año

"Nosotros facilitamos unas 3.000 unidades a las clínicas, entre concentrados de hematíes y plasma de perro o gato", indica Viñals, "esporádicamente realizamos también de caballo, pero solo en Madrid, y esperamos poder ampliar a otras especies como conejo y hurón". Pese a que se trata de un sector relativamente joven, confirma que la demanda cada vez es mayor puesto que las necesidades también lo son.

En la década pasada las clínicas españolas realizaban sus propias extracciones, pero el panorama ha ido cambiando con la aparición de bancos de sangre. "La práctica veterinaria ha evolucionado y las propias clínicas evitan tener que estar pendientes de tener donantes, que muchas veces no pueden confirmar su estado de salud o el día a día no permite buscar el momento de realizar las donaciones o no se puede acceder a productos terapéuticos especializados, los bancos de sangre solucionamos esos problemas", explica Luis Viñals.

En sus inicios, el Centro de Transfusión Veterinario ponía en marcha un servicio móvil de transfusión con el que se daba cobertura solamente a las clínicas de Madrid mediante la entrega de unidades de sangre entera canina cuando así lo precisaban. Ya entonces se fueron abriendo los primeros centros de referencia en clínicas que tenían estas unidades para cubrir sus necesidades o las de otras clínicas. La cobertura de servicios a toda España se remonta a 2008 y el sistema es similar al de los humanos.

40 centros de referencia

"En medicina humana en España, cada comunidad autónoma tiene un centro de transfusión y las tres vías de donación son los autobuses que realizan campañas de extracción de sangre, los propios hospitales y el centro de transfusión, y todas la unidades donadas se envían a este último, en donde se procesan y se reabastece a hospitales para que siempre tengan productos disponibles. Nosotros estamos copiando este sistema para tener centros de referencia en diferentes puntos de España. Actualmente disponemos de unos 40 centros de referencia", indica Viñals.

Como centro de transfusión, se producen dos líneas de productos a partir de sangre entera, los concentrados de hematíes y el plasma. Así, se dispone de bolsas concentrado de hematíes y plasma para perros y sangre entera concentrados de hematíes y plasma para gatos, al incorporarse los productos felinos en 2007.

El centro dispone de un laboratorio en el que se realizan pruebas analíticas para determinar que las bolsas donadas no poseen enfermedades que se transmitan a los animales transfundidos como las pruebas de grupos sanguíneos, reacción cruzada y tests de Coombs indirectos, necesarias para que las transfusiones sean aún más seguras y que ayudan en el diagnóstico de las patologías que afectan a los animales. Estas técnicas laboratoriales son las mismas que en medicina humana para determinar los grupos sanguíneos en perros y gatos, que se ponen a disposición de las clínicas para que realicen estas pruebas si así lo necesitan.

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